Pittsburgh. De la verde grama que adornaba su campo ya no queda nada. No se escuchan los fanáticos en las gradas y tampoco por el altavoz la frase: “At bat, number 21, Roberto Clemente” (Al bate, con el número 21, Roberto Clemente).

El Three Rivers Stadium, la casa donde jugó Roberto Clemente su último juego de temporada regular –específicamente el día que conectó su hit 3,000– y donde los Piratas de Pittsburgh ganaron la Serie Mundial en 1971, ya no existe.

Fue demolido en el 2001 y con él se fueron muchas de las memorias más atesoradas por los seguidores de los Piratas y de los Steelers, equipo de la ciudad en la NFL y que también utilizaba el emblemático estadio como su casa.

En su lugar, hoy se levantan dos pequeñas edificaciones: el anfiteatro Stage AE, que ocasionalmente sirve como escenario para conciertos y presentaciones especiales, y el Del Monte Building, que alberga las oficinas administrativas de la línea de productos alimenticios Del Monte.

El resto del espacio lo ocupan dos estacionamientos y uno de ellos sirve para acomodar parte de los vehículos en las inmediaciones del Heinz Field, actual hogar de los Steelers. Increíblemente, ni siquiera una placa existe en el lugar que atestigüe que en esos terrenos se vivieron parte de los mejores años de los Piratas, como aquella Serie Mundial de 1971, la primera que se jugó de noche, y tampoco el mítico hit 3,000 de Clemente un año más tarde. En su lugar todos los memoriales de esos sucesos forman para del moderno PNC Park.

Fue en 1991, 10 años antes de la demolición del Three Rivers Stadium, que comenzaron a sonar entre las altas esferas del deporte en la ciudad la posibilidad de construir un nuevo estadio para los Piratas, el que hoy en día es el PNC Park. El plan original era que el mítico estadio continuara como hogar de los Steelers, pero eventualmente se optó por construir otra edificación adyacente para el equipo de la NFL.

El último partido de béisbol que se jugó aquí fue el 1 de octubre del 2000. Los Piratas cayeron, 10-9, frente a los Cachorros de Chicago. Después del partido, el ex pirata y superestrella Willie Stargell encabezó la ceremonia del último lanzamiento en ese diamante.

Curiosamente, el mismo día en que se jugó el primer partido oficial de béisbol en el nuevo PNC Park, el 9 de abril de 2001, falleció Stargell.

Unos meses antes, en una fría mañana de febrero, el Three Rivers Stadium desapareció para siempre. Más de 30,000 personas reportadas presenciaron la implosión del reconocido estadio de béisbol y football que allí existía.

Al menos la desaparición física de la legendaria estructura no pudo borrar el recuerdo de Roberto Clemente en Pittsburgh. La estatua que adornaba el viejo estadio, fue removida y colocada en la nueva casa de los Piratas. Además, el puente que lleva su nombre, la calle que lo complementa y el museo en su honor honran su memoria.