Al inicio de la temporada, en las filas de los Criollos de Caguas solo se hablaba de recuperar el terreno que habían perdido en los últimos  tres años. Dos  meses y medio más tarde, se ha cumplido  el 90 por ciento de lo prometido. 

La novena del Valle del Turabo regresó al baile de coronación de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente al doblegar anteayer a los Indios de Mayagüez, vía blanqueada 1-0, en un sexto partido de la semifinal B.

En la capital los esperan, con su aura de bicampeón, los  Cangrejeros de Santurce, quienes derrotaron  el miércoles en la noche a los  Gigantes de Carolina, 2-1, en la serie semifinal A, que se extendió a cinco partidos.

El enfrentamiento entre ambas novenas en la serie final será el primero en 46 años.

La serie comenzará mañana sábado en el estadio Hiram Bithorn, a partir de las 7:15 p.m., y será acreditada al equipo que gane cinco de nueve desafíos. 

“Son dos equipos que, desde el inicio de la liga, tienen una rivalidad tremenda, que  creció más a partir de la primera serie final entre ambos equipos en   la temporada  1940-1941”, aseguró el historiador  Jorge Colón Delgado.

A partir de esa primera serie final los Criollos se han enfrentado ocho veces, dejando las hostilidades empatadas 4-4.

Caguas  cuenta con 16 campeonatos invernales, mientras que Santurce tiene 14. 

“Esta es una rivalidad  que había estado dormida durante 46 años  y  revive nuevamente”, prosiguió Colón Delgado.

 No obstante uno de los momentos más recordados de esta rivalidad  es el memorable “Pepelucazo”, en el mes  de febrero de 1951. 

“Hasta ese momento la liga había sido dominada  por Ponce, Caguas y Mayagüez, en ese orden.  Por su parte, Santurce no había podido ganar a pesar de que contaban con el ‘Escuadrón del Pánico’”, recordó Colón Delgado.

 “Caguas tenía un súper trabuco con figuras como  Luis Rodríguez Olmo –quien era jugador  y dirigente–, George Crowe en la primera base, Jim Rivera en el jardín derecho, Víctor Pellot en la  tercera base, Juan “Tetelo” Vargas en el jardín izquierdo, Luis St. Claire en la receptoría y un cuerpo de lanzadores encabezado por Mike Clark, Manuel Cáceres y Roberto Vargas.  Santurce, que no había podido ganar un campeonato tenía en sus filas a Willard Brown en el jardín central, Bob Thurman como lanzador y jardinero derecho, Buster Clarkson en el campo corto y  un cuerpo monticular encabezado por Rubén Gómez y  Lusi Raúl “El Tigre” Cabrera”, prosiguió Colón Delgado.

Y entre todas esas figuras se destacó Pepe Lucas con su batazo clave en una intensa novena entrada de un séptimo partido en el   estadio Sixto Escobar.

“Serie empate a tres victorias por bando, un noveno inning con dos outs y Pepe Lucas al bate, que no había conectado hit en la serie,  ante el lanzador derecho  Mike Clarke. Lo demás es historia, home run para Santurce lograr su primer campeonato luego de 11 años de espera. Parte de la historia de nuestro béisbol profesional”,   rememoró  el exlanzador de los Medias Rojas de Boston, José Rafael “Palillo” Santiago en su cuenta de Facebook.   

 Será una serie de mucho pitcheo

Los Cangrejeros han dominado el torneo a lo largo de toda la temporada con un imponente cuerpo monticular, que lideró la fase regular con una efectividad de 1.78 y en la semifinal la bajó aún más al permitir 1.57 carreras por cada nueve entradas. 

Sin embargo, los Criollos son el equipo más caliente de la postemporada al  revertir la serie ante los Indios y ganar cuatro partidos de forma consecutiva luego de estar en un déficit de 0-2.

 Su  promedio de carreras permitidas en cada juego de la serie semifinal también fue  el  mejor cuando su cuerpo monticular  trabajó para 1.31, un número muy bajo en comparación con la efectividad de  2.78 que registraron en la etapa regular.

 Todos los partidos de los Criollos  ante los Indios se decidieron por el mínimo de una carrera.

En cuanto al bateo, los papeles son distintos. Los  Cangrejeros tuvieron el mejor promedio colectivo de las semifinales al conectar para promedio de .246, mientras que  en la fase regular batearon para .229. 

Caguas, por su parte, vio amarrado su bateo a un promedio de .209 por los brazos de  los Indios, una cantidad un tanto  lejos de los .249 que tuvieron en la primera etapa del torneo.

 Por si fuera poco, la novena santurcina dominó  la serie particular 7-3. Sin embargo,  esta es la serie de campeonato y todo  puede cambiar. Especialmente cuando se añaden  dos nuevos refuerzos de los equipos eliminados.  

En el sorteo especial realizado ayer, los Criollos  escogieron a el jardinero Henry Ramos y al serpentinero zurdo Andrew Barbosa, mientras que Cangrejeros reclamaron al derecho Hiram Burgos y al jardinero Danny Ortiz, quien es el campeón de bateo del torneo en esta temporada.