Missouri.- Al presentarse a la sala de prensa, Yordano Ventura se apuró en colocar una bandera de la República Dominicana sobre la mesa, sujetándola con una botella de bebida deportiva.

"Me siento orgulloso de representar a mi país", declaró el novato de 23 años que acaba de convertirse en el quinto lanzador dominicano en abrir y ganar un partido de la Serie Mundial.

El derecho de los Reales no se percató en el momento que había desplegado al revés el emblema patrio, pero no se le podía cuestionar su intención de rendirle un homenaje a Óscar Taveras, su amigo y compatriota que apenas horas antes había sido enterrado.

Con las iniciales y número de Taveras rayadas en la parte frontal de su gorro, el lanzallamas se encargó el martes de maniatar a los Gigantes de San Francisco, un equipo que venía de anotar 15 carreras sin respuesta. Los limitó a tres hits en siete innings, mientras que la ofensiva de Kansas City vapuleaba 10-0 a los visitantes para obligar un séptimo juego en el Clásico de Otoño.

Fue la primera victoria de Ventura en su cuarta apertura de la postemporada, y el triunfo fue dedicado a Ventura, quien falleció el domingo en un accidente vial en la República Dominicana que sigue bajo investigación.

Cuando le preguntaron sobre lo que hubiera hecho Taveras tras verlo lanzar como lo hizo el martes, Ventura habló compungido.

"Primero estaríamos hablando por teléfono, para desearme toda la suerte del mundo", señaló Ventura. "Que Dios lo tenga en un lugar bueno. Era un tipo humilde y nos apoyábamos".

Lejos de su país natal, Ventura y Taveras se hicieron amigos al coincidir sus trayectorias en las menores, en la liga del Medio Oeste. Ventura lo hizo en la sucursal de Kane County en Clase A, mientras que Taveras jugaba para el equipo de Quad Cities.

Como sus equipos estaban próximos, ambos se encontraban a menudo, manteniendo el contacto por teléfono al ir escalando categorías. Se pudieron ver en junio pasado en las mayores, cuando los Cardenales y Reales disputaron una serie interligas en ambas ciudades.

Taveras había regresado a la República Dominicana, luego que sus Cardenales fueron eliminados por los Gigantes en la serie de campeonato de la Liga Nacional. El jardinero de 22 años se mató al estrellar su vehículo contra un árbol mientras conducía en la región de Puerto Plata. Edilia Arvelo, su novia de 18 años, también murió.

El sepelio de Taveras se realizó la tarde del martes, en la localidad de Sosúa.

"Todo por ti mi hermano donde quiera que estes siempre te recordare mi bro no sabes el dolor que dejaste en mi (sic)", escribió Ventura en su cuenta de Twitter antes del juego.

Su foto de perfil en la red social incluye ahora un montaje con la imagen de Taveras y la frase, "siempre te recordaré eres mi hermano donde quiera que te encuentres".

Respaldado por el ataque de los Reales, que anotaron siete veces en el segundo inning, Ventura tuvo libertad para cubrir siete episodios en los que 64 de sus 100 pitcheos alcanzaron una velocidad de por lo menos 95 millas por hora.

Ventura explicó que preparó el juego tomando en cuenta la agresividad de los bateadores de los Gigantes.

"Como ellos son muy agresivos, me preparé bien con mis lanzamientos rompientes y los estaba tirando de strike", dijo. Todo el mundo sabe que tengo esa velocidad. Tengo que establecer los rompientes y aprovechar esa recta. Me sentí tranquilo, pero nunca me desenfoqué".

Ventura se convirtió en el quinto lanzador dominicano en llevarse una victoria en la historia de la Serie Mundial y el primero desde que Pedro Martínez lo logró para Boston al imponerse en el tercer juego ante San Luis en 2003. Joaquín Andújar, José Rijo y Ramón Ortiz fueron los otros en abrir y ganar un partido en el clásico.

"Me siente contento de lograr algo así en mi temprana carrera, estar ahí con esa clase de gente", señaló.

Para los Reales, además de ayudarles a mantenerles a flore en el clásico, Ventura aseguró que no fueran necesarios los servicios de sus formidables relevistas Kelvin Herrera, Wade Davis y el cerrador Greg Holland. El trío estará descansado para el partido definitivo el miércoles en el Kauffman Stadium.

"Fíjense, se trata de un muchacho de 23 años lanzando en el juego más trascendental de los últimos 29 años en este estadio, con el equipo contra la pared, y sale con completo control de sus emociones", señaló el mánager de los Reales Ned Yost. "Una actuación especial".

También demostró su entereza cuando afrontó el único sobresalto de la noche, tirando el pitcheo necesario que mantuvo la desigual diferencia en el tercer inning. Luego de congestionar las bases con un boleto, Ventura obligó que Buster Posey bateara para doble play al primer ofrecimiento.

"Es un muchacho que no tiene miedo alguno", comentó el torpedero de los Reales Alcides Escobar. "Le gustan estas situaciones".

El quisqueyano ha sido un talismán para los Reales en octubre. Kansas City ha ganado en las cuatro aperturas de Ventura en esta postemporada.

"Yo doy todo lo que tenga por el equipo", dijo Taveras.