No cabe duda que el receptor de los Cardenales de San Luis, Yadier Molina, marca la diferencia en cualquier equipo cada vez que está detrás del patio.

Su experiencia, la manera de ver el juego, la forma en que pide los lanzamientos y sus nervios de acero han sido un factor clave para que los Cardenales hayan jugado en seis postemporadas desde el 2005 al presente y año que en específico Molina jugó más de 100 partidos por primera vez en su carrera en las Grandes Ligas. Con él en juego, la novena incluso posee una marca de 8-1 en juegos en los que enfrentan la eliminación con una derrota.

De la clase de receptor que es Molina y su impacto en pro de los resultados de un juego puede dar fe el dirigente Edwin Rodríguez, quien tuvo la oportunidad de trabajar con él en la liga invernal con los Gigantes de Carolina y en el pasado Clásico Mundial de Béisbol, donde Puerto Rico fue guiado al subcampeonato mundial detrás del juego de Molina.

“Como dicen los muchachos, Molina es un marciano porque son de otro mundo sus habilidades. La manera en que lleva el juego y el sentido que tiene del juego es clave para cualquier equipo”, sostuvo Rodríguez.

“Se nota cuando Yadier está en el juego detrás del plato. Los lanzadores son otros con él. Un ejemplo de ello es el mismo Adam Waigwright. En un partido que lanzó sin Yadier esta temporada le hicieron ocho o nueve carreras y no llegó a tres entradas”, subrayó Rodríguez.

En efecto. El as de los Cardenales no fue tan efectivo sin Molina como compañero de batería el pasado 28 de agosto, día en que los Rojos de Cincinnati le hicieron nueve carreras en dos entradas trabajadas.

“Ese no fue un día malo. Él estaba lanzando como siempre. Era obvio que en el encuentro hacia falta Yadier detrás del plato”, aseguró Rodríguez sobre el partido que terminó 10-0 a favor de los Rojos.

Con todo ese contexto en mente, Rodríguez asegura que la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Cardenales y los Dodgers de Los Ángeles que comenzó anoche será una muy pareja pero que el factor de tener a Molina en el equipo inclinará la balanza en favor de San Luis.

“Jugador por jugador están parejos ambos equipos. Pero, además de Yadier, la experiencia de San Luis en este tipo de Clásico puede ayudarlos. Mientras que a Los Dodgers le ocurre todo lo contrario. La inexperiencia en este tipo de escenario le pudiera jugar en contra”, dijo Rodríguez.

Boston tiene la ventaja en la otra

Por su parte, Rodríguez aconsidera que la Serie de Campeonato de la Liga Americana que inicia el sábado, a las 8:00 p.m., también es pareja pero que los Medias Rojas tienen en ella una leve ventaja sobre los Tigres de Detroit.

“Estamos hablando de que en esta etapa vemos a los cuatro equipos más completos de las Grandes Ligas. Boston y Detroit juegan de forma muy pareja. Detroit tiene una rotación sólida con tres abridores que están entre los mejores de las Grandes Ligas”, manifestó Rodríguez, otrora dirigente de los Marlins de Florida –ahora de Miami– y primer y hasta ahora el único boricua que ha ocupado ese nivel de silla en carácter de propiedad en la historia del béisbol ligamayorista.

“Por otro lado, tienen a Miguel Cabrera, que aún con sus lesiones sigue siendo un bateador de temer. Es el mejor bateador de las Mayores”, agregó Rodríguez.

Sin embargo, la dependencia ofensiva que tienen los Tigres en la figura de Cabrera hacen que Rodríguez vea una leve ventaja de Boston en la duela que al igual que la otra serie se jugará a un máximo de siete confrontaciones.

“Le veo una leve ventaja a Boston. Si (Dustin) Pedroia no batea, lo hace (David) Ortiz. Si Ortiz no batea, lo hace (Jacoby) Ellsbury, sino batea Jonny Gomes. Tiene más versatilidad en ese aspecto que Detroit, quienes dependen mucho de lo que haga Miguel Cabrera y se ha visto que jugadores como Prince Fielder, Víctor Martínez y Torri Hunter no pueden hacer esa labor con la misma consistencia”, expresó Rodríguez.

Sobre la debilidad que ha demostrado Detroit en su bullpen y los problemas que han tenido en cerrar algunos partidos, Rodríguez sostuvo que ello puede no afectarles en una serie corta.

“La debilidad de Detroit en el bullpen los ha llevado a usar a los abridores seis o siete entradas toda la temporada. Pero, en series cortas como pasa en la postemporada, eso es más bien una ayuda porque se juegan dos juegos corridos con un día de descanso. Eso te da la posibilidad de usar los mismos brazos del bullpen. Si esos brazos lucen consistentes eso puede ser una fortaleza más que una debilidad”, añadió Rodríguez, quien esta temporada dirigió a los Indios de Akron, el equipo del nivel Doble A finca de los Indios de Cleveland.