Nueva York. Son los máximos exponentes del béisbol puertorriqueño en la actualidad, dos grandes figuras de la gran carpa que comparten el mismo equipo, el camerino, las alegrías y frustraciones dentro del terreno de juego.

Y, además, son los únicos dos boricuas que estarán presentes esta noche en el Juego de Estrellas de las Grandes Ligas.

Pero más allá de ser compañeros de escuadra en los Cardenales de San Luis, el receptor Yadier Molina y el guardabosque Carlos Beltrán, aparte de ser boricuas de corazón, han podido cultivar una buena relación profesional y personal.

“Ha sido una unión super- buena no solo para nosotros, sino para Puerto Rico. Ver a dos puertorriqueños juntos y tener el éxito que hemos tenido y ver el apoyo que en Puerto Rico nos dan es bien bonito. Eso lo hemos creado en estos dos años y espero seguir muchos años así”, expresó ayer Molina en su encuentro con la prensa previo al Juego de Estrellas.

En efecto, antes de que Beltrán llegara a San Luis, no habían sido muchas las ocasiones en las que ambos tuvieron oportunidad de compartir fuera de un terreno de juego. Sin embargo, en los pasados dos años, esa historia cambió al ser ambos figuras claves con los Cardenales.

En las pasadas dos campañas, el apellido de Molina ha sonado constantemente para el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, mientras que Beltrán ha tenido un resurgir en su carrera luego de varios años de lesiones con los Mets de Nueva York.

“Hemos disfrutado nuestra amistad. Nos hemos dado la oportunidad de conocernos. Nunca habíamos tenido esa oportunidad. Estamos bien unidos”, expuso por su lado Beltrán.

Esa unión de ambos se ha traducido en victorias para los Cardenales, pero más importante aún, significa para Puerto Rico tener dos jugadores en el cuadro inicial de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas que se celebrará esta noche en el Citi Field, en Nueva York.

“Siempre digo, de mi parte, que por ser latinos tenemos una doble responsabilidad: representamos a nuestros equipos, pero también a la tierra a la cual pertenecemos. Eso nos ayuda a tomar esto en serio, enfocarnos, hacer un buen trabajo. Representamos a nuestro país, Latinoamérica, (y) eso nos motiva más a nosotros”, señaló Beltrán sobre la importancia de la presencia de ambos en el clásico veraniego.

Los boricuas son veteranos, en cuanto a partido de Estrellas se refiere, y la emoción de ser parte del evento sigue intacta, como si fuera la primera vez.

Para Molina, es su quinta aparición seguida en el Juego de Estrellas, pero el doradeño espera que sean muchas más. “Estoy muy contento de estar aquí. Es un evento muy bonito. Compartes con muchos jugadores que pueden ser futuros hall of famers. La verdad es una experiencia superbonita”, indicó.

Por su parte, Beltrán, quien está en su octavo partido estelar, está convencido de que estar aquí junto con Molina es un premio al esfuerzo de ambos que ha sido reconocido por los conocedores del juego.

“Cuando te dan la noticia, es una satisfacción porque significa que todo el trabajo que has hecho durante el off season (temporada muerta), spring training, y la primera parte de la temporada ha sido apreciado por la fanaticada. Me siento bien contento y orgulloso de estar aquí”, expresó el manatieno.

Aunque ambos han estado en varios Juegos de Estrellas, siempre buscan la oportunidad de seguir aprendiendo y apreciando este tipo de evento.

“(Nosotros) sacamos par de segundos para compartir con otros jugadores, tratar de agarrar información con otros peloteros parar ver cómo te pueden ayudar en tu carrera. Tratamos de disfrutar esto. Espero que no sea el último para mí”, sostuvo Molina.