Hay que incluir al boricua  Carlos Correa en la conversación.

Así se lo hizo saber el veterano catcher al propio Correa antes de uno de sus turnos del último partido de la serie entre los Astros y Yankees de esta semana, según contó el santaisabelino, quien dijo sentirse muy halagado por el comentario.

“De verdad que el que un tipo que es de los mejores catchers ahora mismo, de los mejores a nivel ofensivo, te diga eso, obviamente significa mucho para mí”, manifestó el Novato del Año de la Americana del año pasado a Primera Hora desde Milwaukee, donde los Astros iniciaban anoche una serie de tres choques ante los Cerveceros y en donde les recibió una nevada.

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“Lo que pienso es que apenas llevo ciento y pico de juegos. Es prematuro, pero pues… los números están puestos, están escritos. Hay algo que yo siempre trato de recalcar, y es que deben recordar que yo soy un campocorto, no soy un center field o un right field, que está parado allí y se involucra solo en los fly balls. Un campocorto está más comprometido con la acción del juego en todas las jugadas”, sostuvo.

Pero McCann tuvo base para decirlo, pues vio al boricua irse de 13-5 (.385) con tres jonrones, cuatro remolcadas, cuatro anotadas y dos bases robadas en la serie de apertura de temporada en el mítico Yankee Stadium.

En el partido inaugural de la serie en el Bronx, que fue suspendido el lunes y celebrado un día más tarde, Correa arrancó como si quisiese justificar la selección de Novato del Año y el derecho sacudió un cuadrangular hacia la banda derecha ante los envíos del japonés Masahiro Tanaka. Se fue de 4-1 con dos anotadas, dos remolcadas y dos bases robadas.

El miércoles, se la sacó dos veces, por el izquierdo y por el central, al dominicano Michael Pineda. El que disparó por el central alcanzó los 460 pies, el más largo en el Yankee Stadium en varios años.

“La serie se sintió muy bien aparte de que perdimos dos de tres. La meta siempre es jugar bien, pero ganar también”, explicó algo decepcionado el jugador de 21 años.

“Me sentí muy bien en el home y cómodo, viendo la bola bien. De  verdad que estoy muy contento con la actuación que he tenido hasta ahora y obviamente, quedan muchos juegos. Hay que seguir trabajando duro y haciendo lo mejor posible para ayudar al equipo”.

Por su actuación del pasado año y por la que tuvo en Nueva York, uno de los principales o el principal mercado mediático de Estados Unidos y tal vez del mundo, las cámaras estuvieron sobre Correa todo el tiempo: cuando salió a jugar, cuando bateó, cuando regresó al dugout. En todo momento.

Pero en su inverosímil madurez y en su concepto de profesionalismo, no hay espacio para ese tipo de presión.

“La presión para mí nunca ha sido un issue. Nunca he dejado que las cosas fuera del terreno me pongan presión. La única que siento es la que me pongo yo mismo por tener buenas prácticas para cuando llegue el juego hacer lo mejor posible. De verdad es una presión que me empuja a mejorar cada día, no una presión que me vaya a afectar en mi manera de jugar”, explicó Correa.

En el compartir con otros integrantes de los Yankees, a quienes no mencionó individualmente, recibió elogios adicionales, consejos y mensajes de motivación, los cuales tomó humildemente como estímulo para  arrancar bien la serie que comenzaba anoche contra sus compatriotas Martín ‘Machete’ Maldonado y Yadiel Rivera, integrantes de los Cerveceros.

Y por supuesto, con marca de 1-2, el objetivo es encontrar la ruta ganadora antes de viajar de regreso a casa.

“Esperamos poder ganar estos tres. Sería muy bueno antes de partir a nuestro hogar”, dijo Correa.

Los Astros inauguran su temporada en el Minute Maid el lunes con la visita de los campeones de la Serie Mundial, los Reales de Kansas City.