Horas después de ser vistos por última vez, su paradero sigue siendo desconocido (aunque no es secreto que su destino eventual será un parque de Grandes Ligas). Lo que es una certeza, en cambio, es el efecto de la salida de los hermanos Gourriel en el béisbol y el deporte cubano: shock total.

Un jugador que estuvo activo en la recién concluida Serie del Caribe con Ciego de Ávila, representante de Cuba en la llamada pequeña Serie Mundial Latinoamericana, confirmó a este medio la salida de los estelares peloteros y verbalizó la conmoción que generó la noticia entre directivos de la novena cubana y de la federación de ese deporte.

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“Nos levantamos con esa noticia esta mañana”, dijo el jugador que prefirió mantenerse en el anonimato y que hoy mismo emprendía viaje de regreso a Cuba. “Los directivos están en candela y en Cuba va a ser fuerte porque Yulieski era considerado un dios”.

Desde que irrumpió en la escena internacional con 21 años en el 2006 con una sólida participación en el primer Clásico Mundial de Béisbol, el entonces segunda base convertido ahora en antesalista llamó la atención de cazatalentos de Grandes Ligas y fanáticos del béisbol, muchos de los cuales no economizaron en elogios y llegaron a compararlo con Derek Jeter. Sus manos privilegiadas, potente brazo y habilidad para batear con consistencia le auguraban un futuro brillante en las Grandes Ligas y la posibilidad de firmar un contrato multimillonario si dejaba al equipo cubano… Pero nunca lo hizo.

Yulieski, hijo de la leyenda de la pelota cubana, Lourdes Gourriel, no abandonó al equipo Cuba en el 2009, para el segundo Clásico Mundial, ni en 2013 para la tercera edición. Tampoco lo hizo en Juegos Olímpicos o regionales en los que vio acción con Cuba, ni en campeonatos mundiales o torneo internacionales, lo que afianzó su estatus de “dios” entre los directivos del béisbol en su país, quienes veían en el jugador un símbolo de resistencia ante las presiones externas para que dejara Cuba y se marchara a las Grandes Ligas donde podría cobrar millones y millones de dólares.

Pero 10 años después de hacerse de un nombre en el béisbol internacional durante el primer Clásico Mundial de Béisbol –en el que Cuba fue subcampeón-, Yulieski se marchó. Ahora será cuestión de tiempo para que reaparezca y busque el contrato de Grandes Ligas que le esperaba desde el 2006. ¿Demasiado tarde? No según el jugador de Ciego de Ávila entrevistado por este medio.

“Aunque tiene 31 años, todavía tiene buena oportunidad de conseguir un contrato en Grandes Ligas, que era lo que siempre había querido”, expresó el jugador.

Si finalmente juega para un equipo en las ligas mayores, no sería la primera vez que Yulieski viste la camisa de un equipo profesional. Ya el jugador nacido en Sancti Spiritus vio acción en la considerada mejor segunda liga del mundo, la japonesa. Allí vistió la franela del Yokohama DeNA BayStars en el 2014, aunque en el 2015 el equipo rescindió su contrato luego que el jugador no se presentara a los campos de entrenamiento por supuestas lesiones.

Pero, la información no oficial apuntaba a que Yulieski estaba esperanzado en que, ante los acercamientos entre el gobierno cubano y el de Estados Unidos para normalizar sus relaciones tras poco más de medio siglo de ‘guerra fría’, podría abrirse también la posibilidad de que jugadores cubanos de la isla pudieran jugar en las Grandes Ligas en Estados Unidos. Por ello habría preferido no regresar a Japón.

Pero, el juego político no se mueve igual de rápido que una recta de Aroldis Chapman y aunque la normalización de las relaciones diplomáticas entre el gobierno estadounidense y cubano daban esperanzas a muchos, al final el proceso no abarcó tanto y se quedó lejos de las líneas de cal del diamante de béisbol.

Hoy, al correr como pólvora la noticia de la deserción de Yulieski y Lourdes, Jr., todo apunta a que los hermanos parecen haber tomado la decisión de ir tras un sueño viejo.

Sus compañeros de equipo, según confesó el jugador cubano que prefirió hablar sin ser identificado, no dieron demasiado color a la marcha de los Gourriel.

“El que se quiera ir que se vaya”, dijo de forma seca el jugador cubano entrevistado para esta historia, relativizando la salida de Yulieski y Lourdes, Jr.

Pero al confirmar la noticia a través del diario Granma en su versión digital, el oficialismo cubano fue mucho más duro en su valoración de la acción de los peloteros.

“En horas de la madrugada de hoy se produjo el abandono del hotel donde se encontraba el equipo cubano de béisbol que asistió a la edición 58 de la Serie del Caribe de Béisbol, en la República Dominicana, de los peloteros Yuliesky y Lourdes Gurriel Castillo, en franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional”, lee parte de la información publicada por Granma.cu esta mañana.