Hace exactamente dos años, Carlos Correa tuvo su primer turno oficial en las Grandes Ligas. Tres años antes, había sido la primera selección de los Astros de Houston en el sorteo de jugadores elegibles y, enseguida, se perfilaba como el futuro de la organización.

El escenario fue el U.S. Cellular Field en Chicago, hogar de los Medias Blancas. Correa ocupó la sexta posición en la alineación ofensiva de los Astros. El joven tenía 20 años de edad en aquel momento y se convirtió en el puertorriqueño 313 en vestir un uniforme de las Mayores.

Esa noche, ante una asistencia de 17,352 personas, Correa se fue de 4-1 con una carrera remolcada en la derrota de los Astros 3-1 ante los Medias Blancas. El primer hit se produjo con una roleta por el cuadro interior y Correa pisó la almohadilla antes del tiro.

Representó la presentación oficial de Correa. Terminó participando en 99 partidos, bateó para .279 con 22 cuadrangulares y 68 carreras remolcadas. Además, fue pieza clave para que los Astros clasificaran a la postemporada.

Correa eventualmente fue galardonado con el premio Novato del Año de la Liga Americana en una cerrada contienda con el también puertorriqueño Francisco Lindor, de los Indios de Cleveland.