No era para menos. Carlos Correa se perfilaba como el principal prospecto de Puerto Rico y uno de los mejores cinco en todo el ‘draft’. Algunas voces le recomendaban al santaisabelino dar el paso y pulir, supuestamente, mejor sus habilidades en Estados Unidos. Correa, sin embargo, estaba seguro de algo: que aquí él podía desarrollar al máximo sus habilidades con los instructores que lo rodeaban. Y optó por permanecer. El tiempo le dio la razón. En junio de 2012, Correa se convirtió en el primer puertorriqueño en ser reclamado en el primer turno del ‘draft’ por los Astros de Houston. Y hoy con orgullo puede pronunciar que es producto del béisbol infantil y juvenil de la Isla. “Se siente muy bien. Obviamente, Puerto Rico desarrolla mucho talento y creo que de eso no hay duda. Lo estamos demostrando en el Clásico Mundial”, dijo el ahora antesalista de la novena boricua. “Siempre creí que desde Puerto Rico se podía hacer. Cuando me invitaron a estudiar a Estados Unidos cuando estaba en escuela superior dije que no; que lo quería hacer desde Puerto Rico y demostrarle a los más jóvenes que sí se podía”, dijo ayer Correa a Primera Hora en el Petco Park en San Diego.

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Correa es uno de los 23 jugadores del combinado que se desarrolló en las ligas infantiles de Puerto Rico. Solo cinco peloteros crecieron en el béisbol de Estados Unidos y juegan con Puerto Rico como hijos o nietos de boricuas. Ellos son Seth Lugo, Mike Avilés, Emilio Pagán, Héctor Santiago y T.J. Rivera.

Y los jugadores entrevistados ayer hablaron con mucho orgullo sobre la experiencia de crecer en los diamantes del País.

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Agradecido Joe

“Desde pequeño jugué en Puerto Rico y casi siempre llegué hasta lo último representando a Puerto Rico en las ligas pequeñas. Y créeme que pasar de esa fase a llegar a donde estamos ahora (en el Clásico), es una cosa increíble. En Puerto Rico, aprendí prácticamente todo, con mis coaches y con mi papá, que era el que siempre me llevaba al parque desde pequeño”, dijo el relevista Joe Jiménez, de Bayamón.

Mientras, el receptor de los Indios de Cleveland, Roberto ‘Bebo’ Pérez creció en los parques de Mayagüez. “Creo que el haberme desarrollado en Puerto Rico me ayudó. Y ahora es un orgullo y un honor estar en el Clásico. Siempre tuve en mente representar a Mayagüez y a Puerto Rico. Pasé por muchas cosas, pero mira donde estoy”, dijo Pérez.

Finalmente, Enrique ‘Kike’ Hernández, de los Dodgers de Los Ángeles, señaló que cada coach que lo dirigió en las pequeñas fue vital en su formación como pelotero.

“El jugador de pelota tiene que jugar desde chiquito para llegar a donde uno está. Obviamente el sacrificio y el granito de arena que cada coach puso desde que yo era chiquito ayudó, en especial mi papá, que sacrificó muchas cosas para estar para mí ahí siempre. Y ya que a él no se le pudo dar su sueño y no pudo firmar, ahora está viviendo su sueño a través de mis ojos”, dijo Hernández.