El veterano receptor bayamonés René Rivera se reportó a los entrenamientos primaverales de los Padres de San Diego, que comenzaron el pasado viernes para los lanzadores y catchers, con 25 libras menos, según una entrevista publicada por el periódico U-T San Diego.

Rivera, quien se encuentra jugando para su sexto equipo de Grandes Ligas desde que fue escogido por los Marineros de Seattle en el sorteo del 2001, batallará por la posición de receptor suplente, detrás del abridor Nicholas Hundley y el cubano Yasmani Grandal, quien realiza trabajo limitado debido a su operada rodilla derecha.

“Quiero que Grandal esté saludable. Pienso que es un gran jugador y un buen bateador. Lo vi muy bien en los pocos partidos que lo vi trabajar. Si puede estar saludable, y si me mantengo en el equipo, pues bien. Y si no estoy, pues eso es algo fuera de mi control”, indicó Rivera.

El receptor boricua recopiló promedio ofensivo de .343 con la filial Triple A de los Padres en Tucson, Arizona, al tiempo que bateó para .254 en 23 desafíos para los Padres el año pasado.

“René llegó a las Grandes Ligas porque puede hacer el trabajo detrás del plato; bloquear, recibir envíos y fusilar corredores, y llevar el juego de forma inteligente. Así que sabemos exactamente lo que tenemos en la figura de René. No creo que él tenga que probarnos nada para elevar su valor”, sostuvo el dirigente de los Padres, Bud Black.

Sin embargo, el veterano catcher sí entiende que tiene algo que probar, pues se reportó a los entrenamientos con 25 libras menos para ser más ágil. Del mismo modo, el boricua dijo que ha trabajado en establecer una buena relación con el cuerpo monticular.

“Ya conozco a los lanzadores. Siento mayor confianza y puedo alcanzar el próximo nivel para ayudarlos a convertirlos en los mejores lanzadores posibles. Ese es mi enfoque este año”, subrayó Rivera.