El sueño de ver renacer la Ciudad Deportiva Roberto Clemente para este cuatrienio se esfumó.

El grueso de las instalaciones solo le falta un grupo de zombies para pintar su fachada apocalíptica y reclamada por la naturaleza, donde una piscina sin cuidado luce como un paraíso para la reproducción de mosquitos ante la crisis del virus del zika.

Que el estatus de “pueblo fantasma” perdure se debe a las discrepancias que hubo entre la corporación privada, representada por Luis Roberto Clemente, y la Autoridad de la Autoridad del Distrito de Convenciones (ADC) ante la visión del plan de desarrollo anunciado con bombos y platillos por el gobernador, Alejandro García Padilla, en el 2013. Al final, todo se quedó en la mesa.

Imágenes del deterioro resurgieron en las redes sociales durante la semana pasada después que las Grandes Ligas declararon el 7 de septiembre como el día del exastro de los Piratas de Pittsburgh.

Primera Hora confirmó la veracidad del estado de las edificaciones cuando visitó el sábado pasado la Ciudad Deportiva, arropadas por pastizales que llegan a estaturas de niños.

“Cuando hay algo que está en abandono la gente deja de venir”, dijo Gerad Notiqlo, joven estudiante de diseño gráfico y vecino carolinense, única persona que corría en la pista desgastada durante la acalorada tarde sabatina.

Al momento, un campo de gotcha, una liga ‘pee wee’ de football y un terreno para aviones de control remoto operan, bajo arrendamiento e inversión privada, en los terrenos cerca de la entrada. 

“La ciudad se encuentra en una etapa de transición”, dijo Luis Roberto, quien se desahogó con este medio sobre los escollos que ha enfrentado para arrancar con su ambiciosa idea de lo que debe ser el sueño de su padre en las 300 cuerdas de terreno.

Hace tres años, García Padilla convocó una conferencia de prensa al aire libre y frente a la estatua de Clemente en la entrada para revelar la inversión de $6 millones en dos años.

El plan incluía tres parques de pelota con medidas de béisbol profesional y tres de pequeñas ligas. Además, se van a establecer diez espacios de campo de bateo, cuatro canchas de tenis nuevas, un complejo multiusos para baloncesto, voleibol y balonmano, tres campos de soccer, una nueva pista atlética, un campo de fútbol americano, un gimnasio, y un complejo de natación.

Otros atractivos mencionados fueron un área para taxis acuáticos por la laguna San José, un uso de aeroplano que conectará visitantes con la Bahía Urbana en el Viejo San Juan, un muelle de pesca, y un campo de golf de nueve hoyos y un mini golf para niños y niñas.

Luis Roberto, que su plan original es crear un distrito deportivo, vio desde un principio que el proyecto del gobierno no iba a rendir frutos por el pedido de “transferir el desarrollo de superficie en perpetuidad libre de costo al ADC”, tierras entregadas en 1974 que pertenecen a la corporación de la Ciudad Deportiva, no a la familia Clemente.

La negativa de realizar el traspaso iba atado a un estudio realizado hace dos décadas por la desarrolladora CSA, junto a la empresa planificadora Sasaki, a un costo de sobre más de $100,000 que concluyó que el 90 por ciento de las instalaciones tenían que ser reubicadas debido al humedal de los terrenos.

“Para qué botar el dinero del pueblo de Puerto Rico para arreglar instalaciones que ya dieron su uso cuando tenemos el compromiso de hacerlas mucho mejor, de invertir en algo que va a dejar de existir (por el terreno). Queríamos que ellos dejaran por escrito su responsabilidad ante la futura perdida de la inversión (la cual no aceptaron).  No puedo ser tan irresponsable  de hacer algo para que se vea que se hizo inmediatamente”, explicó Luis Roberto.

Como miembro de la Junta de Directores de la Ciudad Deportiva desde 1995, el menor de los tres hijos de Clemente habló frente al remodelado centro comunal, fachada adornada con una pelota que el medio tiene el icónico número 21 que utilizó el héroe deportivo durante su ilustre carrera y que dan esperanza de resurgimiento.

La instalación, que incluye a las afueras un pequeño parque para niños y máquinas de gimnasio al aire libre, es parte de la primera fase hecha por el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) con los fondos de $450,000 que le transfirió el ADC una vez se disolvió el contrato que le puso el clavo final al proyecto gubernamental. Se espera la reapertura de las máquinas de bateo y un parque de pequeñas ligas.

No obstante, Luis Roberto a lo que cocina para los predios.

“No hay otro proyecto en Puerto Rico con el impacto económico que va a traer (su plan) a la Isla. Se los aseguro”, sostuvo.

Primera Hora tuvo acceso a los diseños de una inmensa y ambiciosa propuesta de Luis Roberto, la cual será costeada por inversionistas de diferentes países, conversaciones posibles luego de enmendarse en el 2014 la ley que no permitía a la corporación a realizar acuerdos comerciales con terceros.

Luis Roberto espera a que el DRD termine las mejoras a la Ciudad Deportiva para echar adelante el proyecto, el cual sería terminado en un periodo de cinco años cuando se ponga la primera piedra. Evitó confirmar una fecha sobre el anuncio oficial al todavía encontrarse en etapa de negociaciones.

Estado de crisis

El vandalismo y robo en la Ciudad Deportiva comenzaron a finales del 2011 cuando se detuvo el desembolso público a las arcas por una deuda de $53,000 con el Departamento de Hacienda que resultó ser falsa.

En el periodo de seis meses para comprobar el error, no se pudo pagar la póliza de seguro y las instalaciones  permanecieron cerradas. Luis Roberto aseguró que para ese tiempo realizó trabajos de mantenimiento junto a sus hijos y su hermano Roberto Enrique.

Atribuyó los escalamientos a un artículo de un medio del país donde leía que la Ciudad Deportiva “había desaparecido”.

Tras resolver con Hacienda, la Ciudad Deportiva entró en una crisis luego que no llegaron dos pagos anuales de $450,000 que la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) pasó al DRD cuando era dirigido por Henry Neumann. Luis Roberto mostró documentación de la transferencia de fondos entre las entidades públicas y aunque no le consta, ha recibido información de que fue utilizado para el programa de Cancha Abierta.

Defiende nombre de la familia

En el pasado, la corporación de la Ciudad Deportiva estuvo bajo la lupa de la Oficina del Contralor, que auditó pasados recaudados hechos en tele maratones y ventas donde lo recaudado se usó en gastos operacionales.

“Mucha gente piensa, hablando claro, que nos hemos robado el dinero. Lo opuesto. La Ciudad Deportiva no es un negocio de la familia. Cobro porque soy empleado y tengo un contrato. Ningún por ciento viene a familia ni vino ni será”, sostuvo.

“Sacrifiqué mi vida en Estados Unidos para esta aquí. Yo vengo a Ciudad porque es mi deber como hijo, por lo que representa. Si las dos personas que me dieron vida, le dieron vida este lugar, Ciudad Deportiva es otro hermano mío”, añadió a la misma vez que le dio todo el crédito a Vera Cristina Zabala como la responsable de que la Ciudad Deportiva fuera una realidad.

Fuera de Carolina, Luis Roberto celebró el marzo pasado la primera Copa Roberto Clemente en  seis pueblos del oeste de Puerto Rico con novenas de universidades estadounidense, actividad que generó cerca de $2 millones para la Isla. 

Recreación y Deportes como facilitador

El secretario del Departamento de Recreación y Deportes, Ramón Orta, confirmó las pequeñas mejoras que realiza la agencia, la cual define su función como “facilitadora” de la Ciudad Deportiva al ser una entidad privada.

“Tenemos un interés genuino sobre cómo el gobierno puede entrar un poco más para ayudar en algunos aspectos, para realizar mejoras permanentes”, dijo Orta.

Las mismas  asegura son hechas debido a la solicitud de la comunidad para tener un lugar donde recrearse.

“Hemos puesto en marcha las mejoras bien sencillas y bien humildes. El país sabe que algunas áreas no se pueden utilizar y nos duele que haya llegado a dicha situación, donde no se puede hacer deporte en un sitio de estado precario, que incluso antena a la seguridad de los que van a la Ciudad”, expresó.

Tras enmendarse la ley para que la corporación pueden negociar con el sector privado, Orta desconoce los planes y el estatus del plan de Luis Roberto.

“Dónde están y si se han materializado, nosotros desconocemos”, precisó.