Belo Horizonte. Poco a poco, los chilenos comienzan a llegar a Belo Horizonte, donde su selección se medirá el sábadp a la anfitriona Brasil en el arranque de los octavos de final de esta Copa Mundial.

¡Qué duelo! Tendremos una Brasil que tiene todo a su favor para ganar el torneo, y una Chile que posee un equipo en pleno ascenso y que ya eliminó a la campeona España en la fase de grupos.

Los chilenos están convencidos de su victoria. Mientras cenábamos el miércoles en un restaurante aquí en Belo Horizonte, un grupo de chilenos llegó al lugar. Y para comenzar a poner el ambiente prejuego, iniciaron a molestar (amistosamente) a los meseros con varios cánticos.

“¡Brasil es un caramelo!, ¡Brasil es un caramelo!, ¡Brasil es un caramelo!”, cantaban, para luego entonar “¡Se viene el Mineirazo, se viene el Mineirazo, se viene el Mineirazo!”.

Este último me hizo reír por la gran ocurrencia, pues los chilenos ya le están recordando a sus vecinos sudamericanos la última gran derrota de Brasil en una Copa Mundial celebrada en su país: el llamado “Maracanazo” de 1950, cuando Uruguay se proclamó campeón del mundo en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro tras superar 2-1 a la “verde-amarela”.

El sábado, el estadio Mineirao será el gran escenario, y los chilenos están convencidos de que será la sede de otra jornada catastrófica para los brasileños.

Pero la noche del miércoles, mientras los chilenos cantaban, los meseros reían. Uno de ellos respondió: “Somos pentacampeones. Los veremos llorando aquí el domingo”.

¿Mineirazo o lágrimas chilenas? El sábado sabremos.

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