Aunque matemáticamente no estamos eliminados en esta Copa del Mundo FIBA, al igual que miles de puertorriqueños considero que ese duro revés que sufrió Puerto Rico hoy ante Senegal es un golpe mortal. La veo difícil que nos logremos levantar y ojalá me equivoque pero no creo que el actual Equipo Nacional tenga lo necesario para salir adelante.

No es falta de patriotismo ni crítica de fanático. Sencillamente no veo en la cancha a una selección que tenga bien cubierta todas sus áreas como para poder levantarse y ganar. Si las hubiéramos tenido Argentina no nos hubiera roleado por 23 y Senegal la hubiera tenido difícil. Lo digo así porque con Senegal luchamos jugando en su momento sin Carlos Arroyo y con todas nuestras debilidades y estuvimos ahí.

¿Qué nos falta? 

Sin dudas juego interior, fuerza en la pintura, tapones en el bloque y ganas.

¿Nos falta Peter John Ramos?

Lamentablemente no había otra opción. Quizás él era un mal necesario. Pero igual no nos falta él. Nos falta que lleguen otros. Que Matt López y Devon Collier se desarrollen. Que aparezca otro gigante de sangre boricua o que busquemos nacionalizar a alguien. Si España tiene nacionalizado al congolés Serge Ibaka, Croacia al base estadounidense Oliver Lafayette, Ucrania al armador también estadounidense Eugene Jeter y Brasil a defensa americano Larry Taylor, por qué nosotros seguimos negándonos a esa opción que ofrece el baloncesto globalizado de estos días. 

Estoy seguro que con Peter John no nos hubiera ido muy diferente hasta el momento. Bloquear y tomar rebotes no son las mayores virtudes de la Bestia. Si incomoda en la pintura y hace fuerza. También mete puntos y liberaría así las defensas que están más esparcidas por el tabloncillo hoy en día ante nuestra debilidad en la pintura. Pero na’. Él no haría la gran diferencia. Solo hubiera ayudado a que las cosas estuvieran más cerradas.

¿Qué otra cosa no veo? 

No veo sentido de desespero y de ganas de jugar 41 minutos en un juego de 40. 

Me explico. 

Los equipos que han llegado aquí sin muchas expectativas como Filipinas y Senegal salen a jugar duro los 40 minutos. Y no es que los nuestros no lo hagan. Pero hay algo que se ve en esos otros. Están todo el tiempo activos, metiendo las manos, buscando robarse balones, negando tiros, corriendo de lado a lado sin reservas. Y nosotros pues lo hacemos cuando las cosas inician bien. Y tratamos de seguir haciéndolo cuando comienzan las cosas a ir mal. Y a la larga unos lo siguen haciendo pero otros bajan la guardia un poco. Y el rival lo sigue haciendo ganando cuando está abajo por 20, cerquita por tres y al frente por 15. 

Si esto estuviera la cosa sería diferente. Y aunque perdiéramos, la cosa sería distinta. 

Pero eso no lo veo. Y por eso pienso ahora mismo que estamos eliminados por tercer mundial corrido en la primera ronda. Ojalá y me equivoque y me caigan chinches en la selección. Pero así la veo. Y recuerdo que no fue así en Japón 2006 ni Turquía 2010. Allí teníamos las ganas, los recursos y el esfuerzo. Allí perdimos juegos en los que otros equipos eran superiores pero dimos batallas. Allí nos caímos afectados un poco por el arbitraje.

Aquí la cosa es distinta.