El peso ligero Abner Cotto se percató que era necesario hacer una pausa, dar un paso atrás para, aunque parezca contradictorio, adelantar sus aspiraciones en el boxeo rentado.

“Después de mi primera derrota (en el 2013) cambié mi esquina de trabajo. Comencé a entrenar con Juan de León y aunque hizo un gran trabajo, sentí que estaba perdiendo mi estilo. Me estaban llevando a ser más agresivo cuando soy más boxeador. Volví al equipo de trabajo que estuvo conmigo al principio”, explicó Cotto.

“Estoy nuevamente con las personas que me llevaron a tener récord de 16-0 y estar entre los primeros 15 del mundo”, agregó.

Como parte del proceso de inyectarle una renovada energía a su carrera, el púgil optó por acogerse a un extenso periodo de descanso.

“Quizás el tiempo que estuve sin pelear me vino bien. Llevaba 18 años corridos peleando y el descanso al cuerpo viene bien. Ahora siento que tengo más entusiasmo y más deseos. Llevo tres años sin pelear en Puerto Rico y esa es la fuerza que necesito”, sostuvo el púgil de 27 años.

Cotto (18-3, 8 KO) no solamente regresó a los entrenadores originales, sino que anunció que oficialmente se despide de las 130 libras y estará haciendo campaña en las 135 libras. El 6 de febrero será la primera oportunidad para poner a prueba su restaurada fogosidad. Esa noche enfrentará a Álvaro Ortiz a ocho asaltos.

“La realidad es que comencé mi carrera con 16-0, pasé a peleas grandes contra peleadores elites que ahora son campeones mundiales. Estoy más capacitado, más edad, más fuerte. Estaba más joven, inmaduro y tal vez esas peleas se aceptaron antes de tiempo. Mis derrotas han sido contra campeones mundiales y la gente sabe que he peleado contra los mejores”, dijo.

Sin embargo, Cotto está convencido que todavía está a tiempo para darle un segundo aire a sus aspiraciones.

“Tengo 27 años y no he recibido golpes en la cabeza que sienta que me hayan afectado. Es cuestión de darme la oportunidad para ver este nuevo resurgir”, cerró Cotto.