El peso ligero Abner Cotto está ansioso por poner a prueba el trabajo que realizó en Big Bear, California, cuando enfrente a Omar Figueroa este sábado.

“Aunque me siento superbien, quiero ver si valió la pena hacer el sacrificio de ir a Big Bear para entrenar”, sostuvo Cotto a Primera Hora vía telefónica desde San Antonio.

El púgil estuvo tres semanas encerrado aprovechando la altura del lugar que púgiles como Oscar de la Hoya y Shane Mosley, entre otros, utilizaron en algún momento de sus carreras profesionales.

“Fueron tres semanas de intenso entrenamiento. Espero ver el día de la pelea para ver los resultados dentro del ring. Veremos si Big Bear tiene los efectos que dicen”, destacó Cotto (16-0, 7 KO).

Como parte de la promoción del evento que encabeza el duelo entre Saúl “Canelo” Álvarez y Austin Trout, el puertorriqueño participó de una actividad abierta el público en The Alamo, en San Antonio.

“Hice un poco de sombra y dos asaltos de guanteleta, pero lo más que me sorprendió fue la cantidad de gente que estuvo presente y que muchos me reconocieran”, relató Cotto, quien arribó a San Antonio el pasado lunes.

“Tuve la oportunidad de compartir con la gente, firmar autógrafos y se tomaron fotos conmigo. Fui el primero en la actividad, así que rompí el hielo”, agregó.

Cotto y Figueroa no solamente se disputarán el vacante cetro plata del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), versión de las 135 libras, sino que en juego estaría una futura cita con Richard Abril, monarca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

“Es una pelea dura contra un rival que también está invicto y hay que estar bien preparado debido a que el próximo paso sería por el título mundial”.