Amanda “The Real Deal” Serrano es mucho más que una cara bonita en el boxeo rentado. Además de haber ganado cetros mundiales en diferentes divisiones, desea ser una voz para aquellas mujeres que reclaman un espacio digno dentro de un deporte dominado por el machismo.

Asimismo, cela un puñado de ambiciones que incluye emular a Miguel Cotto, quien ha sido monarca en cuatro pesos distintos y, a su vez, en el futuro hacer un combate oficial en Puerto Rico.  

La joven de 27 años recibirá este jueves la faja oficial que le certifica campeones de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 126 libras y aprovechó su visita a la Isla para conversar con este medio. Serrano también ha ganado coronas en las 130 y 135 libras.

¿Cómo te iniciaste en el boxeo?

“Iba al gimnasio con mi hermana (Cindy) cuando tenía 12 años y me gustó. La vi boxeando y me motivó. No me enamoré del boxeo al momento, pero ahora me fascina”.

¿Tus padres no tienen inconvenientes de que estés en el boxeo?

“A mi madre no le gusta. Ahora no tiene problemas. Cuando le dije que quería entrar el boxeo, enseguida me dijo que no, que Cindy sí, pero que su hija menor no. Mi madre vio todos los obstáculos que Cindy tuvo que enfrentar, el boxeo es un trabajo duro aparte de que uno recibe golpes en el rostro. Pero le dije que quería hacerlo y mírame ahora. Soy cuatro veces campeona mundial”.

¿Qué contratiempos encontró tu hermana?

“Encontrar un promotor que le pusiera en las carteleras y personas dispuestas a ver boxeo femenino. He tenido suerte ya que ella (Cindy) abrió muchas puertas para mí. Ha sido un poco más fácil encontrar rivales y se lo agradezco”.

¿Entiendes que has cumplido con todas tus metas en el boxeo?

“Todavía. Quiero ser uno de los grandes peleadores puertorriqueños, igualar a Cotto o superarlo como campeona de cinco divisiones distintas”.

La familia Serrano es oriunda de Carolina y se trasladó a Brooklyn, Nueva York, cuando la pugilista apenas tenía ocho meses de nacida. Sin embargo, hasta el presente ha estado rodeada de la cultura puertorriqueña.

“Siempre subo con mi bandera a las peleas porque me da más fuerzas para ganar”, dijo.

¿Entiendes que las mujeres son más aceptadas en el deporte?

“Un poco más que antes, pero todavía estamos peleando para entrar de lleno. Queremos estar en televisión, en HBO o Showtime para que podamos demostrar que podemos pelear tan bien como los hombres. Espero que el 2016 sea el año que ocurra”.

Serrano enfatizó que las mujeres reciben una fracción del dinero que les pagan a los hombres.

“Por suerte, tengo un equipo de mercadeo que me produce más dinero fuera del boxeo que dentro del ring. Antes de pisar el ring, tengo una buena cantidad de dinero en el bolsillo. Boxeo por el amor al deporte”.

¿Deseas ser una voz para que eventualmente las mujeres sean mejor renumeradas?

“Definitivamente. Por eso es que hago esto. Ayudo a las jóvenes, abro puertas para aquellas que están entrando al deporte. Quiero ser una voz”.

¿Entiendes que otros piensan que no eres femenina porque estás en el boxeo? ¿Te molesta?

“Fuera del ring, trato de mantenerme lo más femenina posible. Me hago las uñas, el cabello, uso maquillaje. Soy una mujer, pero una vez entro al ring, no me importa que me digan que soy un varón. No tengo problemas con demostrar que soy bonita y puedo boxear”.

¿Has considerado perseguir una carrera en las artes marciales mixtas?

“Lo pensé debido a que el boxeo no estaba al mismo nivel de las artes marciales mixtas, pero ahora está mejorando así que me quedaré por un tiempo más. También quiero hacer cosas fuera del boxeo como una revista de modas y actuar en películas”.

Serrano participó en el filme “Fight Valley” junto con Holly Holm y Miesha Tate. La misma se centra en el tema de las peleas clandestinas.

¿Te gustaría pelear en Puerto Rico?

“Me encantaría. Me lo puedo imaginar. Nada como los fanáticos puertorriqueños que se las viven y aplauden aunque le estén pateando el trasero a uno en la pelea. Sería una de los mejores sentimientos como boxeadora profesional, pelear en Puerto Rico. Sería como un regreso a casa”.