El botín boxístico que nunca pudo ser
Reescribimos la historia olímpica bajo la nueva reglamentación de la Federación Internacional de Boxeo Aficionado
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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La determinación de la Federación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA, por sus siglas en inglés) de permitir la participación de púgiles profesionales en los Juegos Olímpicos Río 2016 tiene sus defensores y, además, sus detractores.
Eso abre las puertas a aquellos boxeadores de renombre que no gozaron de la oportunidad de representar sus respectivos países a nivel olímpico.
Sin embargo, algunas voces han expresado que la decisión de la AIBA llega a destiempo debido al limitado espacio para clasificar a Río de Janeiro, aparte de las preocupaciones de peleas disparejas de profesionales contra aficionados.
¿Se imagina si el cambio de la reglamentación hubiese ocurrido hace 15 o 20 años?
Con una máquina para viajar por el tiempo a nuestra disposición, sin dudas enviaríamos al mejor talento disponible con miras a ampliar la colección de preseas y, quien sabe, si hasta múltiples de oro.
A continuación, presentamos algunos de nuestros mejores boxeadores desde el 2000, y cómo les pudo haber ido en las Olimpiadas.
Félix “Tito” Trinidad
Para el 2000, Félix “Tito” Trinidad era considerado el mejor peso wélter del mundo. Su oportunidad para representar a Puerto Rico como aficionado en Barcelona 1992 no se materializó por conflictos con Ángel Maldonado, entonces presidente de la Federación Puertorriqueña de Boxeo Aficionado. Trinidad tenía 16 años, y Maldonado optó por confiar en Aníbal Santiago Acevedo, quien peleaba en la misma división de 60 kilogramos. Los Juegos Olímpicos 2000 en Sídney hubiesen sido el escenario perfecto para una revancha contra Oscar de la Hoya por la medalla de oro en la categoría equivalente de 67 kilogramos.
Juan Manuel López
Gozó de un exitoso recorrido como aficionado, pero en Atenas 2004 se quedó corto de ganar esa esquiva medalla olímpica. En el 2008, López se coronó como campeón mundial en las categoría supergallo con un fulminante nocaut sobre Daniel Ponce de León. Para el tiempo de las Olimpiadas de Pekín 2008, López era considerado el mejor del mundo en su categoría, así que una medalla de oro estaba al alcance.
Iván Calderón
Durante su participación en Sídney 2000, Iván Calderón contaba con 25 años. Se quedó corto de entrar a la ronda de medallas. Bajo la nueva reglamentación, Calderón hubiese defendido los colores patrios en Atenas 2004. Para entonces, Calderón ya era un campeón de las 105 libras (equivalente a 48 kilogramos). Para el 2004, Calderón estaba en mejor condición, física y mentalmente, para colgarse al cuello una presea. Su técnica, maña y su defensa difícil para descifrar estaban muy por encima de la competencia, así que una presea era casi segura, y posiblemente una dorada.
Miguel Cotto
Fue la máxima esperanza de medalla de Puerto Rico en Sídney 2000, pero no tuvo la suerte esperada. Enseguida, dio el salto al profesionalismo y ganó títulos mundiales. Para el 2008,
Cotto se encontraba en el pico de su carrera y en los Juegos de Pekín 2008 hubiese sido una de las grandes figuras. El boricua se encontraba en la división wélter y en Pekín estaba la posibilidad de enfrentarse a su némesis, el mexicano Antonio Margarito, por una presea. Cotto también pudo haber peleado en Londres 2012.