Una palabra fue lo todo que bastó para que Emile Griffith cegara la vida de Benny Paret.

Durante los días previos al combate entre los púgiles que tuvo como escenario el Madison Square Garden de Nueva York, Paret hizo expresiones homofóbicas dirigidas a Griffith, quien respondió con sus puños dentro del ring, según algunos reportes.

En el duodécimo asalto de la reyerta celebrada el 12 de marzo de 1962, Griffith castigó sin misericordia a un indefenso Paret cuando estaba recostado contra las sogas hasta que este último cayó a la lona inconsciente. Paret falleció 10 días después.

Pero no fue hasta el 2005 que a revista Sports Illustrated publicó que la violenta reacción del púgil natural de Islas Vírgines se debió a que, durante el pesaje antes del pleito, Paret llamó a Griffith “maricón”.

Griffith nunca dijo específicamente si era homosexual debido a que, a juicio de algunos, revelarlo hubiese representado un “suicidio” para su carrera.

Orlando “el Fenómeno” Cruz, conoce bien la trágica historia de Griffith, quien falleció recientemente padeciendo de demencia. Y en su caso personal, éste no desea repetirla.

En el 2012, Cruz reveló que que es un orgulloso hombre homosexual y, a pesar de que ha sentido el apoyo de la mayoría de los sectores de la sociedad, todavía es objeto de discrimen y homofobia dentro de algunos círculos en el boxeo rentado. Incluso dentro de su centro de entrenamiento.

Cruz ha escuchado una y otra vez expresiones derogatorias, sin embargo, no permita que lo descarrilen de sus objetivos.

“En ocasiones durante los guanteos, alguno que otro se pone con cosas, hace comentarios y hasta cuestionan si soy lo suficientemente hombre para estar en el boxeo. Pero ahí es cuando les demuestro que esto es mi trabajo, que lo tomo bien en serio”, compartió Cruz.

El púgil confesó que, cuando no había revelado su homosexualidad, descargó su coraje dentro del ring al escuchar comentarios homofóbicos.

“El boxeo es un deporte de hombres machistas y algunos de mis rivales o compañeros de guanteos piensas que van a hacerlo con un extraterrestre, hacen algún tipo de comentario para tratar de humillar... pero los utilizo en el ring... me distrae. Me ocurrió una vez que un rival me dijo que era maricón, pato; sentí furia y me desquite. Me descargué en el ring. Por suerte no llego a que falleciera después de la pelea, pero el hombre terminó con serias laceraciones en el rostro”, dijo Cruz.

Asimismo, insistió en que no desea dejar mancha negativa.

“No soy quien para quitarle la vida a otra persona. No me gustaría que me pasara lo mismo a Griffith en una pelea. Este es el deporte que amo y no deseo que llegue ese momento, que le pase algo a otro en una pelea por la cantidad de tantos golpes que recibe, concluyó Cruz, quien asegura estar ya preparado para todo tipo de reacción y sabe que el éxito en sus aspiraciones va de la mano de poder controlar su ira ante toda artimaña que traigan sus contrincantes.