Erislandy Lara no delegó en nadie a la hora de gestionar la pelea más importante de su vida.

En efecto, el cubano de 31 años de edad se le paró al lado a Saúl “Canelo” Álvarez cuando este le hablaba a la prensa a raíz de su victoria sobre el “Perro” Angulo del pasado 8 de marzo en Las Vegas y lo retó para que peleara con él.

Al principio, el mexicano Canelo se hizo el sueco: “¿A quién le va a interesar una pelea mía contigo?”, le preguntó a los presentes.

Erislandy, reconocido como campeón júnior mediano de la AMB, título que Floyd Mayweather dejó vacante después de arrebatárselo a Canelo, creyó que había fracasado en su intento de cucar a Canelo. Y, en efecto, al poco tiempo se programó una defensa suya ante otro ex monarca, Ishe Smith, la cual estuvo señalada para el 2 de mayo. Pero entonces Canelo dio marcha atrás y accedió a pelear con él, combate previsto ahora para el 12 de julio en el MGM Grand de la ciudad del juego.

“Me sorprendió mucho el cambio, porque él había dicho que en modo alguno iba a pelear conmigo”, dijo recientemente Lara (19-1-2 y 12 KO) desde Miami, ciudad a la que fue a visitar a su familia antes de regresar a Houston, donde vive y entrena con Ronnie Shields.

“Pero la verdad es que ya se están acabando los peleadores buenos en nuestra división y parece que a él no le quedó más remedio que pelear conmigo”.

Durante años, las 154 libras han sido el eje del boxeo mundial, al revolotear alrededor de ese peso, desde las 147 hasta las 160 libras, figuras como Manny Pacquiao, Miguel Cotto, Sergio Martínez, Floyd Mayweather y Álvarez. Y gracias a su talento y a su fuerza de cara, Lara logró infiltrarse en ese grupo selecto.

De hecho, hay quien piensa que Lara, quien viene de derrotar al mismo Angulo y a Austin Trout en sus últimas dos peleas, aunque es la figura menos conocida, también resulta ser la más temible de esos pesos: un zurdo que ostenta el típico estilo olímpico cubano, pero a la vez pega y guapea, tal como lo demostró cuando se recuperó de dos caídas antes de noquear a Angulo.

Y es un hombre sumamente confiado.

“A Canelo lo respeto, pero no me parece nada del otro mundo”, comentó. “Lo que tiene es que es fuerte”.

“Lo mío siempre es dominar con el boxeo, pero si surge la oportunidad de ganar por nocaut…”.

En fin, un triunfo le pondrá primero en la fila para pelear con el que sea, incluso con quien gane el 7 de junio entre Cotto y Martínez.

O incluso con Mayweather, con quien Lara comparte al influyente representante Al Haymon.

Y todo gracias a su fuerza de cara.