Un muro de cemento que rodeaba el desaparecido residencial Las Gladiolas es el único remanente del lugar donde cientos de familias establecieron un hogar.

El púgil Félix Verdejo, quien vivió en uno de los edificios hasta los 16 años, solo puede mirar desde la distancia y recordar las gratas experiencias, así como los momentos de horror como testigo de la guerra por el control de los puntos de drogas.

Verdejo no pudo resistir sentir un grado de nostalgia, pero a la misma vez optimismo, durante una reciente visita al espacio donde ubicada el complejo que fue implosionado en julio de 2011.

“Extraño el ambiente, ya que pasé mis años como adolescente y me disfruté mi juventud, pero ahora seguiré hacia adelante por los buenos caminos para dejarle saber a Puerto Rico que todavía hay jóvenes que deseamos triunfar. Lo que nos hace falta es la oportunidad para lograr lo que deseamos”, relató Verdejo a Primera Hora.

El joven de 19 años tiene grandes aspiraciones. Después de una destacada carrera como aficionado –que incluyó una sobresaliente actuación en los Juegos Olímpicos Londres 2012–, optó por dar el salto al boxeo rentado. Ha ganado sus primeros tres combates con relativa facilidad, pero Verdejo reconoce que es solo el comienzo.

PH: ¿Piensas que las experiencias que viviste te han motivado para perseguir una carrera en el boxeo?

Claro. En los residenciales públicos hay mucho talento y ahora hay un programa en el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) donde los líderes recreativos mantienen a los jóvenes haciendo deportes. Es un honor ser parte de esos jóvenes que han podido superar esos vínculos que hay en los residenciales.

En la memoria de Verdejo permanecen frescos los rostros de aquellos compañeros que sucumbieron a las tentaciones de las drogas o cayeron víctimas de una bala. Por ello, quiere proyectar un mensaje positivo en cada una de sus peleas.

“Nunca olvidaré a las personas de aquí. Quiero convertirme en una estrella en el boxeo para unir a las familias no solamente de Las Gladiolas, sino de todo Puerto Rico, como lo hizo Félix “Tito” Trinidad”, sostuvo.

PH: ¿Qué cosas específicas recuerdas del tiempo que viviste en Las Gladiolas?

Vi muertes de amistades, muchas cosas que no desearía ver en el futuro, pero que vemos frecuentemente. Quiero ser un ejemplo para aquellas personas que están haciendo el mal para que detengan la violencia. Hice muchas travesuras de muchacho, pero me llevo muchos recuerdos. Los mismos de los puntos de drogas nos avisaban cuando algo iba a ocurrir. Que sepa, nunca murieron inocentes, pero es doloroso ver que hay muchos jóvenes que desean hacer dinero fácil. Pero las cosas se consiguen a través de los sacrificios para disfrutar las cosas del futuro.

Su madre (Madeline Sánchez) salió de Las Gladiolas en el 2006, pero Verdejo optó por permanecer por varios años más junto con un padrino en un pequeño apartamento.

“Fue bien difícil para ella (mudarse). No quería irse por las amistades y para mí fue doblemente fuerte al saber que lo iban a derrumbar (el residencial)”, dijo Verdejo.

“Cuando vi el momento, caí en llanto. Quise estar por la curiosidad de ver cómo caía. Fue difícil debido a que estaba acuartelado y subieron un vídeo en Internet. Lo veía dos y tres veces todos los días. Me traía recuerdos y no fue fácil”, recordó.

Verdejo, sin embargo, ha aprendido a pasar la página para así mantenerse concentrado en cumplir sus metas dentro del ring.

“Salí del fondo y levantarme es una gran satisfacción. Por eso entreno fuerte todos los días”, concluyó.