Cuando Félix “Diamante” Verdejo regresó al gimnasio para retomar los entrenamientos de cara al compromiso del 13 de junio en Nueva York, no comenzó desde cero.

“Félix tenía una base por la pelea anterior”, explicó Ricky Márquez, entrenador principal del púgil.

El pasado abril, Verdejo logró la victoria  más significativa de su corta carrera cuando superó al mexicano Marco Antonio López por nocaut técnico en cinco asaltos. De esa manera, ganó la faja latina  de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión ligera (135 libras).

De inmediato, se anunció que la arriesgará ante el mexicano Iván Nájera  en el Teatro del Madison Square Garden  en la víspera de la Parada Puertorriqueña en la Gran Manzana.

Relacionadas

“Félix se tomó como semana y media de descanso antes de volver a la carga”, compartió Márquez.

Después de su combate ante López, Verdejo viajó a Las Vegas, Nevada, para participar de las actividades que rodearon el evento que protagonizaron Floyd Mayweather, Jr. y Manny Pacquiao. Además, hizo varias presentaciones en Los Ángeles, California.

Ya una vez  de regreso  en Puerto Rico,  metió  manos a la obra.

“Como en veces anteriores, enfatizamos  primero en la fuerza,  ya que  una de las ventajas es que así se logra más velocidad”, sostuvo Márquez.

Asimismo, indicó que desea  mejorar  los movimientos dentro del ring.

“Siempre hacemos cosas diferentes. Estamos trabajando en la cintura para que rompa más  y eso  ayuda en los movimientos laterales. Sabemos que Nájera es el  tipo de boxeador que le gusta venir a pelear hacia al frente,   y queremos   que Félix pueda colar los golpes”, mencionó.

De hecho, Márquez no considera que el reciente  pleito de Verdejo le represente una ventaja.

“La superioridad de Félix está en el talento que tiene y eso lo facilita todo en el entrenamiento. Por tener esa carga anterior y la base, ayudado por la buena condición física, confiamos en que las cosas saldrán como esperamos”, concluyó Márquez.