Floyd Mayweather Jr. no tiene problemas para gastar en lujosos prendas, viajar el mundo en su avión privado o fiestas. Pero cuando se trata de cumplir con sus obligaciones con el Departamento de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la historia es distinta.

El pasado 5 de julio, Mayweather sometió una petición ante el IRS para que se le conceda un aplazamiento de los impuestos del 2015 hasta después del combate que tendrá contra Conor McGregor el 26 de agosto.

“A pesar de que el contribuyente tiene una cantidad sustancial de activos, los mismos están restringidos y sin liquidez”, reza la petición de Mayweather. “El contribuyente tiene un evento con una liquidez significativa programado para los próximos 60 días de los que tiene la intención de pagar el balance de las obligaciones de 2015”.

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No está claro a cuánto asciende la deuda en impuestos de Mayweather.

Además del principal, Mayweather deberá pagar un 7.5 por ciento de interés porque han transcurrido más de 15 meses de que la fecha límite de 2015. Sin embargo, Mayweather también está solicitando que se reduzca la penalidad.

Fue precisamente en el 2015 cuando Mayweather recibió ingresos que superaron los $200 millones por el pleito contra Manny Pacquiao. Meses después, hizo otro combate y se especula que cobró $100 millones adicionales.