Lo que nadie pudo argumentar es que no fue un gran combate. 

Golovkin retuvo sus cetros del peso mediano al empatar el sábado con Canelo Álvarez en una brutal batalla que debe abrir el compás para una pronta revancha.

“Por supuesto que quiero la revancha”, dijo Golovkin, que se mudó de Kazajistán a Los Ángeles para convertirse en una estrella del boxeo. “Quiero una pelea, una pelea de verdad. Tengo mis cinturones, quiero una pelea de campeonato”. 

Canelo Álvarez dijo por su parte que está más que dispuesto a volver a enfrentarse al púgil kazajo. 

“Obviamente sí, si la gente quiere”, dijo Álvarez. “Él no ganó, fue un empate. Siempre dije que iba a estar un paso por delante de él”.

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El combate cumplió de sobra con las expectativas: Ningún contrincante se guardó nada al intercambiar golpes demoledores durante los 12 asaltos. 

Tampoco ninguno cayó ni terminó con heridas de seriedad. Eso sí, ambos pudieron calzar potentes golpes a los rostros, haciendo vibrar al público. 

Golovkin fue el agresor de principio a fin, pero sin derribar al ídolo mexicano. Álvarez supo responder en sus intercambios con ‘Triple G’. 

La refriega mantuvo la intensidad hasta los últimos segundos, y se tuvo que apelar a las tarjetas aunque ambos boxeadores reclamaron el triunfo. “Yo gané siete, ocho asaltos fácilmente”, afirmó Álvarez. “Fui superior en el cuadrilátero”. 

“Hoy (el sábado) me han dado un empate. Me enfoco en pelear”, dijo Golovkin. “Fíjense en mis cinturones. Sigo siendo el campeón. No he perdido... Esto es terrible para el deporte. Es increíble” lamentó. 

 Los dos púgiles levantaron los brazos en señal de victoria tras la campana final y saltaron a los brazos de sus equipos, pero tuvieron que esperar a las tarjetas para saber quién se llevaba los cinturones a casa. 

Dos de las tarjetas estaban muy igualadas, una dio ventaja a Golovkin con 115-113, y la otra señaló un empate 114-114. Pero la veterana jueza Adalaide Byrd dio inexplicablemente el triunfo a Canelo por 118-110, concediéndole todos los rounds menos dos. La tarjeta de The Associated Press la vio igualada, 114-114.

 En cualquier otra circunstancia, el tópico principal en dicha conferencia habría sido que los dos púgiles habían brindado uno de los mejores combates del año. Una vez más, el boxeo parece incapaz de superarse a sí mismo. 

 “La gente puede argumentar a favor de cualquiera de los dos, pero fue una gran pelea”, señaló Oscar De La Hoya, promotor del mexicano Álvarez. "Pero mucha gente no puede comprender el 118-110, entre ellos yo”.