Dorado. Hace nueve años, Jason ‘Canito’ Sosa se encontraba encerrado en la cocina en un restaurante en Camden, Nueva Jersey, trabajando 12 horas diarias preparando  pizzas.

Este sábado, Sosa hará la pelea más importante de su carrera en el boxeo rentado cuando enfrente a Vasyl Lomachenko, actualmente considerado uno de los mejores púgiles en el mundo. El combate será la atracción principal de la cartelera que tendrá como escenario el MGM National Harbor en Oxon Hill, Maryland.   “En el 2008 era un chamaco de 20 años que un día quiso ir a un gimnasio y  nunca me fui. No me había visualizado estar en esta posición, pero si uno le pone la mente, el corazón y se trabaja fuerte, se puede cumplir lo que uno quiera”, compartió Sosa ayer antes de iniciar  la última sesión de entrenamiento en Puerto Rico. Hoy viajará rumbo a  Maryland.

Sin embargo, Sosa (20-1-4, 15 KO)  reconoce que Lomachenko, actual monarca ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB),  representa un  escollo en su camino.

“Es la  pelea que me elevará  a otro nivel. El trabajo está hecho y lo que falta es hacer el peso (130 libras), pero estoy listo para el 8 de abril. Me siento calmado, mentalmente estoy preparado y deseoso de que me suelten”, dijo Sosa. 

Para la importante cita, Sosa escogió el calor caribeño para su entrenamiento, a la vez que permaneció alejado de las distracciones. “Entrenar en Puerto Rico ha sido un orgullo para mí. Muchas personas dicen que no tienen a un campeón boricua, pero aquí tienen uno. Por eso,  quise  hacer el campamento en Puerto Rico, para disfrutarlo con mi gente”, indicó Sosa.

Inspirado en #TeamRubio

Sosa fue uno de los tantos miles de puertorriqueños que disfrutaron a plenitud  el desempeño del equipo de béisbol durante el pasado Clásico Mundial donde Puerto Rico terminó en segundo lugar con balance de 7-1.

De hecho, se pintó el pelo de rubio e insistió en que  utilizará la proeza de la novena como inspiración para el pleito contra Lomachenko.  

“Ese Clásico de Béisbol fue de corazón y algo especial para nosotros. Estoy motivado porque la gente dice que no tenemos campeones y quiero ser campeón mundial nuevamente”, afirmó Sosa.

El pasado febrero, el púgil de 29 años dejó  vacante la faja de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) para así retar a Lomachenko por el cinturón de la OMB.

“Me tengo que cuidar de los ángulos, es rápido y tira muchas manos, pero sigue siendo el mismo. Lomachenko no ha cambiado y será él quien se tendrá que cuidar esa noche”, concluyó Sosa.