Después de haber empatado con Sergei Dzinziruk el pasado septiembre, el peso superwélter Jonathan “Mantequilla” González reflexionó detenidamente sobre su futuro.

El púgil no tardó mucho en reconocer que era imperativo hacer unos cambios radicales si deseaba mantener intactas sus futuras aspiraciones a un cetro mundial.

“Algunas personas de la prensa, no necesariamente de Puerto Rico, barrieron el piso conmigo después de la pelea Dzinziruk. Me di cuenta que tenía que tomar las cosas en serio y estoy determinado a que el 2013 será mi año”, confesó González en entrevista telefónica con Primera Hora desde Florida, donde ha permanecido acuartelado durante los pasados meses entrenando.

El empate con Dzinziruk significó un escollo en su camino, situación que el puertorriqueño pretende corregir esta noche cuando enfrente a Derek Ennis por 10 asaltos en el Magic City Casino, en Miami, Florida.

“Tomé bien en serio este campamento. Después de la pelea en septiembre, descansé por tres o cuatro días antes de volver al gimnasio. Me siento fuerte y supercómodo en el trabajo que he venido haciendo”, sostuvo González (15-0-1, 13 KO).

“La experiencia de la pasada pelea me ayudó mucho y me ha motivado. Perdí demasiado dinero y tuve que escuchar muchos comentarios negativos”, agregó.

Para el compromiso con Dzinziruk, González confrontó problemas para bajar de peso y, a su vez, tuvo que ceder una porción de la compensación económica.

Por ello, el joven de 23 años se esmeró en mantenerse cerca del peso acordado.

“Esta vez, quise estar por debajo de las 154 libras para Ennis. Sé que una vez inicie a meter presión, la pelea no llegará a la distancia. Terminará antes”, concluyó.