Para el peso ligero José “Chelo” González, no existen razones válida para continuar lamentándose sobre el pasado.

El púgil prefiere mirar hacia el futuro, particularmente en el 15 de marzo, cuando espera volver el ring por primera vez desde mayo de 2013.

En esa ocasión, González se vio obligado a tirar la toalla después de nueve asaltos durante el pleito por la faja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) contra Ricky Burns debido a una lastimadura en la mano izquierda.

“Tomé un largo descanso. Analicé la pelea, la decisión que tomé y lo he pensado, pero me siento satisfecho por el trabajo que hice a pesar de que no le pude traer ese título a Puerto Rico”, sostuvo González ayer antes de iniciar una sesión de entrenamiento.

“Estaba bien ansioso de volver al ring y al ambiente de boxeo que me gusta mucho. Estamos en el 2014 y el 2013 quedó atrás”, insistió.

Aunque aseguró que ha tomado las precauciones necesarias para evitar una nueva lesión, González no está del todo claro cómo reaccionará la mano durante el pleito contra un rival que todavía no ha sido anunciado.

“Continúo en terapias. La recomendación del médico ha sido que aunque estuviera en reposo que sumergiera la mano en hielo aunque no me doliera. Cada vez que entrenara ponerla en hielo y hasta el momento en los guanteos no he tenido contratiempos, no me ha molestado”, dijo.

De hecho, González explicó que el vendaje que utiliza para los entrenamientos es distinto a los anteriores.

“Aunque no es lo mismo ya que se pelea con guantes de ocho onzas, mientras que en el gimnasio de usan de 18 onzas, espero no tener problemas durante la pelea”, indicó.

González espera que una victoria lo encamine a otra oportunidad titular, específicamente contra Terrence Crawford, nuevo monarca de la OMB.

“Quiero dejar atrás la derrota. Espero que Crawford me de la oportunidad. Es un muchacho bueno que tiene un récord perfecto”, concluyó.