No fue el triunfo más dominante en su carrera, pero –a juicio de Juan Manuel “Juanma” López– su victoria por nocaut técnico frente al brasileño Aldimar Silva Santos la noche del sábado fue el primer paso hacia lo que espera que sea el retorno hacia la cima del boxeo rentado.

“Me encontré bien, aunque tenía las ansias de acabar con él (Silva Santos) enseguida. La velocidad la trabajamos bien. Utilice mi jab, que creo que fue algo clave en la pelea”, dijo López durante la conferencia de prensa después del combate.

López, quien hacía su regreso al pugilismo activo tras casi un año fuera por suspensión, pudo disponer de Silva, aunque tardó más de lo que esperó un impaciente público que se dio cita al coliseo Rubén Rodríguez, en Bayamón, cuando el árbitro Luis Pabón detuvo el combate al 1:04 del noveno asalto, poco después de que Silva visitó la lona por tercera ocasión en el combate.

“(Silva) era un peleador que resistió mucho golpe. No había visto vídeos de él y no sabía qué estilo de pelea tenía”, destacó López.

“Hubo momentos de desesperación, no lo voy a negar. Quería acabarlo enseguida, pero tenía que hacerle caso a la esquina”, agregó el púgil.

El dos veces monarca mundial no solo tuvo que batallar contra un aguerrido Silva y la obligada sabática de casi un año, sino también con la inquietud del público, que esperaba una actuación más dominante del puertorriqueño.

“Quería darle cuatro palos para impresionar al público, y mantener el ritmo de pelea fue un poco complicado porque a veces venía la desesperación. Pero mi equipo de trabajo me decía: ‘Con calma, no le hagas caso al público’”, explicó.

Después de un primer asalto de puro estudio, en el segundo López lanzó cuanto golpe podía al sudamericano, pero no lo conseguía lastimar, y por primera vez en la noche se comenzaron a escuchar los coros de abucheos del público.

“Cuando abuchearon, no me afectó. Mi esquina me dijo que no hiciera caso. Nos mantuvimos en nuestro ritmo. Si había 6,000 personas, abuchearon 100, así que eso no nos afectó en ningún momento”, señaló López, quien se tomará par de días libres antes de regresar a trabajar con la condición cardiovascular y espera comenzar a guantear el lunes de la próxima semana.

A pesar de la inconformidad del público presente, la inactividad de un año, enfrentar un rival desconocido y probar suerte en un peso desconocido, López se sintió satisfecho con su ejecución, la cual espera que le abra las puertas para futuros combates contra peleadores de mayor renombre.

“Estamos tratando de cambiar el estilo, pero de la noche a la mañana es difícil. En aficionado peleaba mucho y en profesionalismo le daba a la gente a la cabeza y se caían y nos acostumbramos a eso y ahora estamos haciendo cosas diferentes”, señaló López, quien reconoció el trabajo de su esquina, que lo mantuvo calmado durante el pleito.

No regresa a las 126 libras

Si algo López dejó claro la noche del sábado, es que no le interesa regresar al peso pluma. Comentó que se sintió cómodo por encima de esa división.

“Me sentí rápido, ni cansado ni lento. Me quiero quedar en este peso (128 libras), aquí hay boxeadores interesantes como Nonito Donaire, Diego Magdaleno, Juan Carlos Burgos, Mikey García, hasta una tercera (pelea) con (Orlando) Salido se ha mencionado. No puedo hacer 126, pero en 128 estamos dispuesto, bajar a 126 no está en mi mente”, dijo con certeza López, quien para la pelea del sábado subió en 142 libras.

Peter Rivera, de PR Best Boxing, se mostró satisfecho con la demostración de López y espera que este vuelva al ensogado a finales de abril o a principios de mayo.

“A Juanma le vino bien la cantidad de asaltos que peleó, llevaba casi un año sin pelear. Ese moho lo pudo ir botando, se vio calmado, tranquilo, y al final ganó como la gente quería”, concluyó.