El juez de boxeo rentado César Ramos cumplió con los 90 días de suspensión que le fue impuesto el pasado mayo y fue asignado para laborar durante la cartelera que Universal Promotions presentará el sábado en Ponce.

El castigo a Ramos fue recomendado por Hiram Morales, oficial examinador nombrado en septiembre de 2014 para resolver unas querellas que pesaban sobre el ahora ex comisionado José “Toto” Peñagarícano y, a su vez, del propio juez. Morales resaltó en un informe que Ramos debía cumplir con una suspensión de 90 días por no haber iniciado el cambio en una tarjeta oficial de un combate.

Ramos radicó una reconsideración ante Ramón Orta, secretario del Departamento de Recreación y Deportes (DRD), no le dio paso y mantuvo intacto el castigo. Ramos tenía la alternativa de acudir al Tribunal Apelativo, pero optó por no hacerlo.

Todavía queda pendiente una moción que presentó Héctor Castro Pérez, abogado de Ramos, en la que solicita algún tipo de reprimenda a los comisionado Dommys Delgado, Miguel Ortega y Daniel Cabán por haber permitido la presencia de Peñagarícano en la zona técnica de un evento en Aguada a pesar de que se le ordenó que “no podría intervenir directa o indirectamente en cualquier interés profesional de su hijo Gabriel Peñagarícano con púgiles y empresas promotoras locales”.

Pocos días después, Peñagarícano presentó su carta de renuncia al puesto de comisionado que fue aceptada inmediatamente por Orta.