Originalmente, el púgil bayamonés Gamalier Rodríguez no estaba supuesto a medirse al ucraniano Vasyl Lomachenko el 2 de mayo como parte de la cartelera que protagonizarán Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao en Las Vegas, Nevada. 

Todo indicaba que Rodríguez iba a enfrentar al jamaiquino Nicholas Walters en otra fecha, pero Rodríguez no dejó de creer que una gran oportunidad estaba en su camino, y por tal motivo, está agradecido del ser que le dio ofreció dicha coyuntura. 

“Soy cristiano y le sirvo al señor. Yo digo, que esta puerta me la abrió Dios. Él me ha hablado. Para esta pelea (contra Lomachenko) mucha gente está en contra, pero yo voy a llevar la palabra de Dios”, dijo Rodríguez a Primera Hora.

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Rodríguez es el campeón pluma de la NABO de la Organización Mundial de Boxeo, y en las placas que adornan su cinturón lleva los mensajes “Campeón de Cristo”, además del pasaje de la Biblia del Evangelio de Juan 3:16. Dicho mensaje, indicó, también lo lleva en su pantalón de boxear. 

“Me han ofrecido mucho dinero para sacar ese mensaje y no lo he sacado. El mensaje habla del amor de Jesucristo que murió por nosotros y dio su vida por nosotros. Ese mensaje lo vamos a llevar a allá”, dijo Rodríguez, quien retará a Lomachenko por el cetro pluma de la OMB como parte de las peleas que formarán la transmisión del pague-por-ver. 

“No vamos con la intención de matar a nadie, pero la victoria va a ser mía”, aseguró Rodríguez (25-2-3, 17 KO).  El púgil es el primer clasificado en la OMB en la división pluma. 

Rodríguez ha tenido que compaginar su creencia con el boxeo, un deporte conocido por su violencia. “Es impresionante. Hay personas que no creen. He dado testimonio de que Dios me ha hablado. La pelea de título fue por promesa de Dios. Todo lo que Dios me ha hablado se ha confirmado”, sostuvo Rodríguez, quien acude a la iglesia Cruzar Evangelística Salvación en Bayamón con los pastores Luis Miranda y Elizabeth Fonseca. 

Durante su preparación para el duelo con Lomachenko, Rodríguez no ha faltado a la Iglesia, sin importar que tenga que hacer ajustes en su entrenamiento. De hecho, su entrenador, Juan “Tito” Ocasio, también es pastor. 

“Entreno fuerte, pero para mí, primero es Dios. Cuando hay compromisos en la Iglesia hacemos ajustes y entrenamos más temprano. Siempre trato de poner a Dios primero en todo”, señaló Rodríguez.

En el caso de Ocasio, su iglesia es su gimnasio que tiene en Ocala, Florida, en donde recibe a quien desee entrenar. “El boxeo une personas. Es un deporte de caballeros”, dijo Ocasio, quien está en Puerto Rico trabajando con Rodríguez para su duelo con Lomachenko.

Por otro lado, Rodríguez destacó como también Pacquiao declaró su fe y relación con Dios, y por eso cree que ambos saldrán favorecidos el 2 de mayo. 

“No es casualidad que seis meses atrás, Pacquiao se haya convertido en el Señor y que nosotros seamos parte de las figuras principales de este evento. Vamos a salir vencedores”, dijo Rodríguez.

Seguro de la victoria

Ya pensando en la pelea, Rodríguez confesó que no ha visto muchas peleas de Lomachenko (3-1, 1 KO) y le ha dejado ese trabajo a Ocasio y su grupo de trabajo compuesto por el excampeón John John Molina y Ángel Cotto. 

“Yo no veo mucho las peleas de los boxeadores. Mi entrenador lleva días viendo las peleas. No lo he visto mucho, pero sí vemos que usa bien los laterales y tenemos que cortarle el ring y hay que fuertemente el cuerpo con él”, describió Rodríguez, seguro, una vez más, de su victoria.

“Mi respeto como boxeador, pero (Orlando) Salido se lo ganó a él sin condición y yo soy un boxeador completo, no estoy lastimado y tengo mucha hambre de ganar”, dijo Rodríguez al recordar cuando el mexicano venció al ucraniano en el 2014.

“El mundo quedará sorprendido esa noche (2 de mayo)”, concluyó Rodríguez. 

“Sí hay mucha presión, pero creemos en Cristo. Dios nos abrió las puertas. Él (Rodríguez) tiene el talento para estar ahí”, dijo Ocasio.