Las Vegas, Nevada. Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez suman ya 36 asaltos juntos en un cuadrilátero, y mañana le añadirán a ese total cuando se enfrenten por cuarta vez en el MGM Grand.

La primera pelea fue en el 2004, y desde ese entonces, los resultados han sido un empate y dos controvertidas decisiones a favor de Pacquiao. Como boxeadores, se conocen uno al otro al pie de la letra y serán pocas las sorpresas sobre el ring mañana. Pero, una vez terminen sus carreras, ¿cómo se verán uno al otro? Según Márquez, no los esperen verlos compartiendo una cena y riendo, recordando las anécdotas.

“Nosotros somos peleadores profesionales y, al final de cuentas, podemos respetarnos como profesionales. Pero después de lo que hemos pasado y lo que hemos tenido, una amistad sería un poco difícil”, expresó Márquez.

No obstante, parece que a Pacquiao no le llegó el memo de Márquez, pues entiende que sí puede llamar amigo al boxeador mexicano. “Somos amigos fuera del ring, pero dentro del ring, tenemos un trabajo que hacer”, dijo Pacquiao. “Siempre lo he tratado como un amigo, como un hermano”, continuó el boxeador filipino, quien en el pasado año ha implementado, más fuerte, la fe católica a su estilo de vida tras sobrepasar unos problemas matrimoniales con su esposa, Jinkee Pacquiao.

¿Ha odiado Pacquiao a algunos de sus rivales?, se le preguntó al filipino en un encuentro con los medios en Las Vegas. Con una sonrisa, la respuesta fue sencilla. “No”.