Las oportunidades de victoria de Miguel Cotto frente al zurdo argentino Sergio “Maravilla” Martínez, titular mediano (160 lbs) del Consejo Mundial de Boxeo, están predicadas, a mi entender, en dos factores: el trabajo y daño que pueda hacer con su gancho de izquierda arriba y abajo en el combate en corto, y en que las lesiones sufridas por su rival en la rodilla derecha y mano izquierda jueguen un papel en su desempeño o no le hayan permitido conseguir una condición óptima. 

Si Cotto (38-4, 31 KO) no logra penetrar consistentemente la guardia de Martínez (51-2-2, 28 KO) o recibe mucho castigo al hacerlo, no le veo muchas oportunidad de victorias. Martínez tiene ventajas físicas en alcance (73” vs 67”) y estatura (5’10” vs 5’7”), rapidez y pegada, amén que ha dominado y derrotado púgiles más grandes y de mayor pegada que Cotto, como el mexicano Julio César Chávez Jr. y los estadounidenses  Kelly Pavlik y Paul Williams. 

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Cotto, aunque más joven (33 años vs 39) está más golpeado que Martínez y tiene que asimilar el castigo del rival más pesado de toda su carrera, además de que sus éxitos en la división de las 154 libras no son ni la sombra de los alcanzados en  140 y 147 libras. 

El infame cuarteto del lisiado Yuri Foreman, el tuerto Antonio Margarito, el limitadísimo y fiestero peleador a tiempo parcial Ricardo Mayorga y el saco disfrazado de boxeador Delvin Rodríguez, sus victorias en dicho peso, no le llega ni a las rodillas a Martínez por lo que no creo que su desempeño ante éstos pueda servir de barómetro para calibrar realmente su capacidad de desempeño o sus oportunidades de victoria en un peso superior, especialmente la última, que fue un mero espejismo para darle vida a su carrera tras las derrotas frente a los norteamericanos Floyd Mayweather y Austin Trout. 

El boricua  tiene el problema de su marcado bajón en rendimiento después del sexto y séptimo asalto, lo que aquí sería mortal, especialmente si no ha podido mermar al argentino durante la primera mitad del combate. Martínez puede pelear lo mismo moviéndose que parado, entrando y saliendo, al ataque o al contragolpe y puede hacer mayores ajustes estilísticos. 

Creo que, aun con la inactividad y el Padre Tiempo en contra, si sus lesiones no lo traicionan durante el desarrollo del pleito, Martínez debe salir por la puerta ancha y muy probablemente entonces por la vía rápida.