Ahora sí no puede haber excusas ni tardanzas para que el boricua McJoe Arroyo tenga la oportunidad de pelear por el ansiado título mundial que tanto ha esperado.

El fajardeño tuvo una intensa batalla contra el filipino Mark Geraldo, pero Arroyo demostró de que está hecho y mostró la solidez de sus golpes al vencer por decisión unánime a Geraldo en el pleito estelar de la cartelera Triple Corona que se celebró en la noche del sábado en el International Ballroom de El San Juan Resort &  Casino en Isla Verde.

Con la victoria, Arroyo (16-0, 8 KO) se convierte en el primer retador al cetro supermosca, versión de la Federación Internacional de  Boxeo (FIB), en poder de Zolani Tete (19-3, 16 KO).

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“Contento ya que esta era la pelea para la posición número. Ya es seguro que vamos a pelear por el título mundial. Ese el sueño: ser campeón mundial”, expresó Arroyo luego del combate.

Dos jueces vieron ganar a Arroyo 119-107 y un tercero la vio a favor del boricua, 118-108. Arroyo, quien por primera vez se fue a los 12 asaltos en su carrera profesional, dominó el pleito básicamente de principio a fin, ante un Geraldo (31-5-3, 14 KO) que recurrió constantemente al agarre durante toda la noche.

“Este tipo de boxeador es uno incomodo y mañoso. Entraba con la cabeza, amarraba con el antebrazo”, indicó Arroyo, quien no se sorprendió por el estilo presentado por Geraldo.

Luego de un primer asalto cerrado, en el segundo, Arroyo colocó su zurda al costado de Geraldo y más adelante le repitió el puño pero arriba. Geraldo reaccionó con combinación y el asalto terminó con un intercambio entre ambos púgiles.

Para el cuarto asalto, Arroyo siguió entrado con su zurda, y también le recetó la corta derecha a Geraldo. En el último minuto del capítulo, Arroyo le conectó un golpe accidental abajo, según decretó el árbitro Roberto Ramírez, hijo.

El boricua tuvo un nuevo respiro y atacó con fuerza al filipino, quien se salvó de la andanada de golpes gracias al sonido de la campana.

En el quinto,  Arroyo siguió entrando con su derecha e izquierda, pero Geraldo no se quiso quedar atrás.  Ramírez le llamó la atención a ambos púgiles para que no bajaran la cabeza, acto que el filipino pareció hacer más durante los primeros asaltos.

A mitad de pelea, en el séptimo, Arroyo le conectó un gran gancho de zurda que Geraldo tuvo que sentir. Arroyo conecta corta derecha y el filipino recurre al agarre.

Para el octavo, Arroyo entró con combinación, siendo la zurda el golpe efectivo. Geraldo sigue con la estrategia del agarre para evitar el plan de ataque de Arroyo. No obstante, Arroyo le recetó una zurda que dejó tendido a Geraldo, quien milagrosamente se levantó cuando el conteo iba por ocho.

“Fue un palo bien fuerte, sólido. Pensé que estaba lastimado, pero cuando sonó la campana, recuperó bien. Significa que estaba en buenas condiciones”, explicó Arroyo.

En el décimo, Geraldo siguió con su plan de sobrevivir con el agarre y esto no dejaba que Arroyo capitalizara al “knockdown” que se apuntó en el asalto anterior.

Geraldo conectó una peligrosa derecha en el primer minuto del undécimo asalto, pero Arroyo respondió más adelante con zurda. Geraldo volvió a recurrir al agarre para evitar el golpe de gracia del boricua.

En el último asalto, Arroyo fue al ataque, pero Geraldo volvió al agarre y ambos fueron a la lona, sin mayores consecuencias. Geraldo siguió con su juego sucio y llegó a empujar a Arroyo, lo que provocó que el tercer hombre sobre el cuadrilátero, Ramírez, le quitara un punto.

Arroyo le recetó un gancho de zurda, pero el rival aguantó. El asalto terminó con más agarres, lo que evitó que Arroyo pudiera conectar un golpe que le diera el triunfo por la vía rápida.