Miguel Cotto se encuentra en la última semana de entrenamiento en Hollywood, California, antes de trasladarse a Nueva York para lo que será la última pelea de su carrera.

Ayer, el púgil puertorriqueño abrió las puertas del Wild Card Gym para permitirle acceso a los medios de comunicación. El próximo 2 de diciembre, Cotto arriesgará el cetro júnior mediano de la Organización Mundial de Boxeo ante Sadam Ali.

“El hecho de que será mi última pelea en nada ha afectado la motivación”, dijo Cotto. “Todo en la vida sucede cuando tiene que suceder y este es el momento indicado para retirarme”, agregó.

Cotto pasará el jueves -Día de Acción de Gracias- afinando la estrategia para Ali antes de trasladarse a la Gran Manzana para las actividades de rigor para el evento que tendrá como escenario el Madison Square Garden.

“Me siento bien. La preparación ha sido excelente, no me puedo quejar. Simplemente esperando que pasen los días para que llegue la noche de la pelea”, sostuvo.

Cotto se mostró algo defensivo ante los señalamientos de que Ali no representa el tipo de rival a la altura que merece para una despedida.

 “La gente lo que hace es criticar, criticar y criticar. Lo que pueda decir cualquiera, que lo haga, no estoy para hacer cumplir el deseo de nadie”, dijo.

Cotto reafirmó que no se siente melancólico de cara a su último compromiso dentro de un ring.

“Nada de nostalgia. Al contrario, me siento agradecido por todo lo que me ha dado el boxeo. Lo que tengo hoy y lo que le puedo ofrecer a mis hijos se lo debo al boxeo”, dijo.