El boxeo aficionado como lo conocíamos, ese deporte que le ha dado seis medallas olímpicas a Puerto Rico,  ya no existe.

Hasta los  entrenadores aficionados lo reconocen.  

“Eso terminó con la pasada Olimpiada”, dijo el experimentado entrenador de boxeo aficionado, Orlando Rodríguez.

“Es más, hasta el fanático de boxeo aficionado, que iba a ver boxeo lindo (técnico), también se acabó porque ya no encontrará ese tipo de boxeo”, agregó.

Para bien o para mal, la muerte del boxeo aficionado  es una realidad, como ha pasado con múltiples deportes olímpicos que se han quitado la máscara aficionada para revelar el rostro profesional.

Se podría decir que el boxeo era el último bastión aficionado que había en el movimiento olímpico entre los deportes que tienen ramas profesionales. 

En el caso de Puerto Rico, el cambio ha sido para mal. Y eso se ha visto reflejado en que, hasta el momento, la Isla solo tiene un boxeador clasificado para los Juegos de Río 2016 en la figura de Jeyvier Cintrón. 

Hace cuatro años, Puerto Rico asistió a los Juegos de Londres 2012 con cinco boxeadores, un grupo que fue encabezado por el propio Cintrón, y el ahora profesional Félix Verdejo.

Con seis medallas, el boxeo es el deporte olímpico más laureado de Puerto Rico. 

De hecho, las únicas  dos preseas olímpicas fuera de ese deporte las dieron hace cuatro años el vallista Javier Culson (bronce) y el luchador Jaime Espinal (plata).

No se montaron en la ola del cambio 

Según reconoce el propio presidente  de la Federación Puertorriqueña de Boxeo Aficionado, José Luis Vellón, Puerto Rico  no  estuvo  listo en este ciclo olímpico  para treparse en la ola profesional que impulsa desde hace tres años la aún llamada Asociación Internacional de Boxeo Aficionado o AIBA.

 La Federación aguarda la esperanza de que al menos dos boxeadores boricuas vayan a Río.  De hecho, el único clasificado al día de hoy,  Cintrón, irá a Río  porque clasificó mediante uno de los torneos profesionales que creó la AIBA para este ciclo olímpico. 

El segundo que intentará llegar, José Rosario, también buscará clasificar por un torneo profesional de la AIBA este próximo mes de julio  en Venezuela.

Otros seis púgiles puertorriqueños fracasaron en su intento por clasificar a través de los torneos de eliminación que hizo la AIBA, similares a lo que diseñaba  en su era puramente aficionada.

 Hay que cambiar ya 

Considerando el fracaso en los clasificatorios, el mensaje es claro: el boxeo olímpico puertorriqueño -para quitarle ya el nombre aficionado-  tiene que dirigirse hacia el profesionalismo.

Con esa dirección está de acuerdo Vellón, quien dijo que sabrá separar el grano de la paja en esta realidad que vive el boxeo olímpico.

Vellón siempre ha sido reconocido como un fiel creyente del boxeo aficionado y, por tanto, opositor de la rama profesional.

“En este momento es la realidad que estamos viviendo. Es lo que ha pasado con otros deportes. Y una cosa es mi manera de pensar y otra es mi posición como presidente de la Federación. No podemos estar tirándole piedras a la luna. Tenemos que propiciar los cambios”, dijo.

Vellón agregó que la AIBA fue clara en su último congreso, celebrado este mes y en donde las federaciones votaron, casi por unanimidad, abrir las Olimpiadas al boxeo profesional.

“La idea es que para  2020, para las Olimpiadas luego de Río, que la mayoría de los boxeadores, por no decir la totalidad, sean  de alto nivel, es decir, profesionales, o que estén vinculados al profesionalismo”, sentenció Vellón.