La fama ya comienza a acariciar al púgil puertorriqueño Félix “Diamante” Verdejo, quien a su llegada ayer, domingo, a la carrera Susan G. Komen Race for the Cure, fue recibido por la multitud como todo un héroe, luego de su impresionante victoria por nocaut ante el mexicano Sergio Villanueva, el sábado en Orlando, Florida.

Al bajar de la tarima, ubicada a las afueras del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, el joven boxeador se robó por unos instantes la atención de los fanáticos que ya comienzan a reconocerle a donde quiera que va.

“¡Mira mami, es Félix Verdejo!”, exclamaba emocionado un niño de unos 7 años al reconocer al exolímpico.

En su recorrido por el área cercada, al cual solo podían acceder personas con pases autorizados, Verdejo hizo múltiples paradas para saludar al público, para fotografiarse con ellos y para ser abrazado y felicitado, mientras otras personas elogiaban su humildad.

“Es algo que yo anhelo desde que comencé el boxeo profesional, no solo llegar a ser campeón, sino unir a la familia, que es lo que hace falta mucho aquí en Puerto Rico. Ese es mi mayor sueño”, manifestó Verdejo al ser consultado por este medio sobre el cariño y apoyo que ha ido ganando en el pueblo. 

Asimismo, el atleta de 21 años comparó la reacción de los niños al verlo con la emoción que él mismo sentía al observar el cariño de la gente hacia el boxeador retirado Félix “Tito” Trinidad. 

“Yo sé lo que es eso, lo que sienten los niños (cuando me ven) porque cuando yo me criaba y veía en la televisión a Félix “Tito” Trinidad, veía como lo apoyaba el pueblo y yo me quería meter por el televisor. Estoy contento y agradecido con el pueblo de Puerto Rico por cómo me apoyan y por cómo se identifican conmigo”, sostuvo.

Verdejo reconoció, de igual forma, que la atención que han puesto los niños sobre él lo compromete a seguir como ejemplo de lucha y humildad para ellos.

“Hay que demostrar lo que uno es dentro y fuera del cuadrilátero. La Biblia dice que “somos cartas abiertas”, y yo le sirvo a Cristo. El cristiano se prueba afuera, en la iglesia todos son santos. Yo siempre seguiré siendo el mismo Félix, humilde y de pueblo”, reiteró.

Por otro lado, se expresó agradecido con las comparaciones que han realizada algunas personas en las redes sociales entre él y Trinidad, sobre el carisma y humildad de ambos.

Al reafirmar su admiración por el exboxeador, Verdejo resaltó que trabajará duro para hacerse una trayectoria exitosa.

“Me pone contento y me motiva a seguir entrenando cada día más duro para alcanzar esas palabras que dicen las personas de mí. Está difícil llenar esos zapatos, pero Tito hizo su carrera y yo voy a hacer la mía”, subrayó.