Caguas. Oscar Bravo no ha tenido la mejor de las suertes en las dos peleas que ha realizado en el 2014.

En ambas se ha tenido que conformar con derrotas, pero el púgil chileno espera cambiar su fortuna este sábado cuando enfrente al destacado prospecto Félix “Diamante” Verdejo.

“Estoy contento de esta posibilidad de combatir contra un rival de un nivel bueno. Siento orgullo de que me den el valor para combatir y ser la prueba de fuego para Verdejo”, indicó Bravo ayer después de completar una sesión de entrenamiento camino al duelo que tendrá como escenario el coliseo Héctor Solá Bezares.

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Bravo (21-5, 9 KO) tampoco vino con la mentalidad de ser un rival fácil para el puertorriqueño.

“Me las voy a jugar. Vengo bien entrenado, he combatido en Las Vegas y espero hacer un buen desempeño contra Verdejo al complicarle la existencia”, sostuvo.

El peleador de 26 años de edad confía en su experiencia y, además, en el plan que ha trazado para Verdejo.

“La mejor defensa es atacar y es mi objetivo. Nunca darle chance de que pueda dominar la pelea. Me considero fuerte, aguanto y vamos a dar guerra hasta la última. No pretendo rendirme ni caer. Quiero llegar a lo último y si es posible meter una mano que pueda provocar un nocaut, mejor”, dijo.

A pesar de que el combate será en 135 libras, Bravo sudó bastante ayer. Hizo guanteletas, castigó el saco y la pera, además de sombra y saltar cuica. El pesaje oficial será el viernes en Caguas.