Pese a su cargada agenda en el Senado de Filipinas, el diez veces campeón mundial Manny Pacquiao entrena arduamente en preparación para su regreso al cuadrilátero el 5 de noviembre, cuando se enfrentará, en Las Vegas, Nevada, al monarca wélter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Jessie Vargas.

Pacquiao, quien optó por realizar todo su entrenamiento en Filipinas para no descuidar sus funciones senatoriales, dijo durante una teleconferencia que los entrenamientos con su mentor de muchos años, Freddie Roach, han transcurrido sin mayores problemas.

“He estado manejando mi tiempo muy bien para este combate. Honestamente para lo único que tengo tiempo es para mis funciones como senador, y una vez terminó esa faceta, el resto del tiempo estoy en entrenamiento con Freddie”, dijo Pacquiao.

Pacquiao tampoco se mostró preocupado por el hecho de que no ha ganado un combate mediante nocaut desde el 2009, cuando superó al cagüeño Miguel Cotto mediante nocaut técnico.

“Todavía puedo hacer las 135 libras, pero mi peso natural es de 140 libras. Puedo hacer las 147 libras sin problemas, pero mi meta es siempre hacer lo mejor posible en cada combate, y aunque mis rivales casi siempre son más altos que yo, y aunque no estoy diciendo que voy a noquear a Vargas, si el nocaut llega, pues llega. Pero lo importante para mí es siempre hacer mi pelea”, puntualizó Pacquiao.

Por su parte, Roach opinó que su pupilo ha vuelto a ser el Manny Pacquiao que siempre ha conocido.

“Ha vuelto a ser el Manny de antes, con combinaciones rápidas y golpes duros que definitivamente he sentido en los entrenamientos. En estos momentos tengo un hombro lastimado por su culpa”, dijo Roach entre risas.