NUEVA YORK – Mostrando buena ofensiva y condición, Christopher “Pitufo” Díaz noqueó a los 2:33 del octavo asalto al mexicano Neftalí Campos  en la antesala del cartel presentado por Top Rank el sábado en el Madison Square Garden de Manhattan.

El árbitro David Fields detuvo el encuentro luego que Díaz (17-0, 11 nocauts) lastimara a un maltrecho Campos (11-2, nueve nocauts) con una serie de golpes al rostro.

Pero Campos dio batalla. En el primer episodio salió agresivo con volados de derecha, pero Pitufo pegó los primeros dos golpes sólidos, ambos zurdas curvas al cuerpo. Poco después lo tambaleó con dos opers a la frente y Campos -aturdido o adrede- escupió la boquilla. El tiempo que le tomó al réferi Fields recuperarla y llevarla a la esquina para que la enjuagaran y se la devolvieran a la boca salvó temporalmente a Campos. Para entonces Pitufo ya había notado la debilidad de su rival en los planos bajos.

Campos entonces cambio de estrategia, intentando contagolpear. Otro oper de Díaz, esta vez al abdomen, lo hizo botar el aire y abandonar esa táctica.

Al final del primero, Campos llegó con un volado y cerró con un buen gancho izquierdo al rostro del boricua. Pero el asalto fue de Díaz.

En el segundo, Díaz mantuvo a Campos en retroceso, atacando al cuerpo y sorprendiendo con oportunas manos al rostro.

El de Tijuana llegó con un gancho fuerte abriendo el round tres, pero la artillería del barranquiteño no le permitió continuar el ataque.

Una zurda al temple dejó aturdido a Campos y Díaz salió al remate. Pegó bien con la diestra ante un rival contra las cuerdas, que se movía lo suficiente de cintura para evitar el golpe de gracia.

Campos, con su pómulo izquierdo inflamado y maltrecho, apenas sobrevivió el round tres.

Los médicos de la comisión lo examinaron antes del inicio del cuarto, pero lo dejaron continuar peleando. Y el mexicano aprovechó la oportunidad, saliendo a batallar con un segundo aire. Mientras, Pitufo bajó la intensidad de su ataque.

Para el quinto, Campos tomó la ofensiva ante un Díaz que administraba sus recursos, probablemente para no quedarse sin gasolina. Retornó a su oper a mediados de vuelta y el mexicano terminó en reversa el episodio.

A quien se le estaba vaciando el tanque en el sexto era a Campos. Salió sin tirar, retrocedió casi desde el inicio y terminó casi en bicicleta luego que Díaz torpedeara su abdomen.
Los médicos de la comisión volvieron a revisar el ojo de Campos, pero de nuevo le permitieron seguir. Diaz salió reanimado y sacudió a su rival de esquina a esquina en el siete.

Antes del octavo un médico de la comisión fue a la esquina y habló con el réferi, quien al sonar la campana pidió tiempo para que le verificaran el ojo nuevamente  Campos pedía que le permitieran seguir, y logró convencer a los médicos. Sabía que tenía mínimas opciones de triunfo pero era el último asalto y quería escuchar el campanazo final de pie y tirando golpes.

Pitufo no se lo permitió. Con una andanada de rectos y cruzados nuevamente le sacó la boquilla y lo lastimó. Entonces el árbitro detuvo la contienda.

La cartelera inició con una prometedora victoria del puertorriqueño Juan Carlos “Chapito” Rivera sobre el mexicano Heriberto Delgado.

Rivera (7-0, 4 nocauts) venció a Delgado (11-5-1, seis nocauts) vía nocaut técnico a los 49 segundos del sexto round. El principio del final comenzó cuando el boricua radicado en Orlando, Florida, tumbó al mexicano con un gancho derecho.

Delgado logró retornar a sus pies, pero Chapito se le lanzó encima, conectándole varias manos al rostro, lo que hizo que el árbitro parara la pelea.

Por su parte, el dominicano-irlandés Julián Rodríguez despachó a los 2:27 del primer asalto al húngaro Adam Mate (18-9, 11 nocauts).

Rodríguez, quien hizo guantes con Félix Verdejo durante el reciente acuartelamiento del boricua, derribó tres veces en el primer asalto al húngaro, que no demostró ninguna capacidad boxística más allá de poner rodilla en lona.

También en la antesala, Michael Reed despachó a los 2:29 del sexto episodio a Abraham Cordero.

Reed (19-0, 11 nocauts) derribó a la lona a Cordero (13-3-1, siete nocauts) en el episodio inicial, pero el mexicano mostró tesón buscando la batalla hasta que el réferi detuvo la contienda en el asalto seis, debido a acumulación de golpes.