La travesía de Jonathan“Polvo” Oquendo para alcanzar su primera oportunidad a un título mundial ha parecido interminable. El púgil conoce lo que es tocar fondo y también lo que es levantarse.

En febrero de 2012, su novia Melanie Miranda Colón falleció por las heridas que sufrió en un accidente mientras corrían four track. La tragedia conmovió a Oquendo al grado que contempló la idea de no pelear nuevamente.

Sin embargo, casi ocho meses después, Oquendo subió al ring para enfrentar a Wilfredo Vázquez Jr. por el cinturón Internacional de la Organización Mundial de Boxeo que estaba vacante. Vázquez Jr y las prolongadas emociones por la pérdida de Melanie frenaron a Oquendo.

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Fue entonces cuando Oquendo optó por hacer un alto para sanar y reflexionar. En agosto de 2013 reencaminó su carrera con una victoria por nocaut técnico sobre Miguel Tamayo y, luego, superó a Guillermo Ávila por decisión unánime.

Esas dos victorias lo colocaron a una cita con el mexicano Abner Mares en julio de 2014. Era un compromiso que Oquendo necesitaba ganar para mantener vivas sus futuras aspiraciones. No obstante, se quedó corto y una vez más se encontraba en un limbo.

Pero Oquendo estaba determinado a recuperar el terreno perdido. En marzo de 2015, conquistó la faja Latina interina de la OMB para regresar al panorama de las 126 libras. Seis meses después, surgió la oferta de medir fuerzas con el mexicano Jhonny González, dos veces campeón mundial que también tenía aspiraciones en la división. El pasado septiembre, Oquendo se recuperó de una caída en el primer asaltos para eventualmente vencer a González por decisión mayoritaria.

Y este sábado, llegará el momento que tanto estuvo esperando. Retará al argentino Jesús Cuéllar por el cinturón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).