Un frustrado intento por conquistar nuevamente un cetro mundial llevaría a Román “Rocky” Martínez considerar seriamente la idea de no alargar su carrera en el boxeo rentado. El próximo 11 de abril,  Martínez retará al mexicano Orlando “Siri” Salido por la faja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión júnior ligera (130 libras), y un revés aceleraría su salida del deporte.

“Es la pelea más importante de mi carrera”, dice Martínez el miércoles al concluir un entrenamiento de cara al evento que tendrá como escenario el Coliseo José Miguel Agrelot. “Vencer a Salido me coloca nuevamente en la cima y, de caer, sería un bajón”.

Martínez ha reinado dos veces en la mencionada categoría y su intención es recuperar la corona antes de contemplar la posibilidad de ascender a la próxima división. De no lograr su cometido, estudiaría qué ruta debe seguir. De hecho, no descarta la idea de algún día ser entrenador a tiempo completo.

“He tomado bien en serio la preparación para esta pelea porque dependerá de mi carrera”, destaca Martínez.

El boricua recurre a los avances de la tecnología en su preparación para el combate contra Orlando Salido el 11 de abril.

El púgil de 32 años de edad es consciente de que su estadía en el boxeo no es indefinida y, por ello, se ha preparado emocionalmente para cuando llegue el momento. Sin embargo, confía en que no será el 11 de abril.

“Me estoy preparando para ganar por nocaut o por decisión”, concluye.