Lo que comenzó con una idea durante un almuerzo, finalmente ayer se materializó.

Así nació Héroes para campeones de la mano del empresario Marcos Rivera y el ex boxeador Víctor “Luvi” Calleja. Y aunque Calleja lleva varios años intentado conseguir ayudas para Wilfred Benítez, fue durante el funeral de otro ex campeón boricua, Héctor “Macho” Camacho, cuando la intención se concretizó.

Las ayudas llegaron, de auspiciadores como grandes empresas o ciudadanos comunes que donaron dinero o mano de obra.

Y la satisfacción era evidente una vez recibieron a Benítez en su “nuevo” hogar.

La misión se cumplió.

“Estamos satisfechos, contentos. El pueblo respondió, la gente se unió, los comerciantes, los amigos, la familia, la comunidad… Estoy bien contento de dar este regalo aquí hoy. Hay que llevarles noticias positivas y cosas positivas al pueblo, eso es lo que nos hace falta, llevarle esta calidad de vida a nuestro pueblo, y ya verás que el pueblo se unirá”, dijo ayer Calleja, quien se encargó de reunir a los boxeadores activos y retirados para colaborar con el proyecto.

Por su parte, Marcos Rivera se encargó de movilizar a comerciantes, a la prensa y al pueblo en general a unirse a la gesta.

La labor y el compromiso fueron tantos, que las lágrimas bajaron por el rostro de Rivera mientras llegaba junto con Wilfred e Yvonne Benítez en el camión que los llevó hasta Saint John, en Carolina.

“Estoy entre emociones y felicidad. Felicidad y emoción para mí es diferente: la felicidad para mí es verlos a ellos (familia Benítez) emocionados, eso es lo que yo difiero entre emoción y felicidad”, dijo Rivera mientras se encendía la fiesta frente a la residencia.

“Verles la cara a sus familiares, que son los que están con él y lo cuidan, al ver las facilidades que tienen ahora para que él se sienta mejor, más cómodo, se alimente mejor y no tengan carencias, me llena de satisfacción y felicidad”, añadió el empresario.

Entre las mejoras realizadas en el hogar, hubo expansión de habitaciones, baños y cocina; se instaló toda la plomería y el sistema eléctrico; se hizo una inmensa reja artesanal que, entre otros elementos, tiene dos guantes de boxeo, un cinturón de campeón mundial y una inscripción que dice: “Campeón más joven”, acompañada por el número 17, edad que tenía “el Radar” cuando obtuvo su primer título mundial.

Además, todo dentro de la casa es nuevo, desde muebles, enseres, baños, gabinetes, acondicionadores de aire y hasta una nueva cama de posiciones para Benítez.

Por si fuera poco, ahora la casa cuenta con un jardín y la familia Benítez tendrá compra de alimentos por un año.

“Lo que más me satisface es la gente que empezó y no se quitó. Eso para mí es la emoción más grande del mundo, solamente para ayudar a una persona que tuvo el potencial para hacer felices a muchos”, concluyó Rivera, quien no dejó de agradecer a todos los auspiciadores y voluntarios que hicieron posible el proyecto.