Con tal de continuar su reinado en la división mediana, el entrenador Pablo Sarmiento, simplemente, no estaba dispuesto a permanecer de brazos cruzados en la esquina mientras el púgil argentino recibía castigo a mano de Miguel Cotto.

Justo al sonar la campana para iniciar el décimo asalto, se le informó al referí Michael Griffin que no podía continuar y, de esa manera, Cotto fue declarado ganador del combate.

“Tomé la mejor decisión. Más que mi boxeador, Sergio es mi amigo, mi hermano y si no lo cuido en el ring, quién lo hará”, dijo Sarmiento al explicar la razón para no seguir. “Fue una decisión difícil, no hay excusas, simplemente nunca se pudo recuperar del primer asalto”.

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Martínez cayó tres veces  la lona en el episodio inicial y, de hecho, parecía que sería una noche corta para Cotto. No obstante, Martínez estuvo determinado en continuar.

“Cotto hizo un gran trabajo, pero a la misma vez Sergio demostró que tiene un gran corazón después de haberse levantado y seguir peleando hasta cuando lo hizo”, sostuvo Sarmiento. “Uno conoce bien a sus boxeadores y noté que no podía”.

Sarmiento se alejó de la posibilidad de contemplar el retiro de Martínez, quien recibirá un pago mínimo de $1.5 millones más un por ciento del total de ventas por el sistema pague por ver de HBO.

“Hablar (de retiro) con los ánimos calientes no se puede por el momento. Soy su entrenador y juntos tomaremos la determinación que mejor le convenga. La que sea, será entre los dos”, resaltó Sarmiento.

Martínez todavía está bajo contrato con HBO para realizar un pleito.

En cuanto a las condiciones de las rodillas, un eje de controversia a lo largo de las promociones, Sarmiento indicó que su protegido no dio señales de que tenía problemas de movimientos.

“No dijo nada de dolor en las rodillas. Nos conocemos muchos y en el primer asalto se le fueron las piernas un poco, pero no voy a dar excusas”, concluyó.

Martínez fue llevado la noche del sábado a un hospital en la ciudad de Nueva York para exámenes médicos de rigor.