Wilfredo Vázquez, Jr., no llevaba en sus venas la pasión para convertirse en un boxeador profesional.

Sin embargo, la necesidad de proveer ingresos para su creciente familia lo llevó a abrazar el deporte. En el proceso, despertó dentro de sí el deseo de lograr un título mundial.

“Nunca quise hacer una carrera en el boxeo, pero ésa fue la ficha que me tocó en la vida. No estoy en esto porque soy el hijo de Wilfredo Vázquez, sino que deseo echar mi familia hacia adelante”, compartió el joven púgil durante una visita a PRIMERA HORA.

El pasado sábado, Vázquez, Jr., conquistó el cetro latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 122 libras y para él representa los frutos de tres años de trabajo.

“He estado entrenando sin parar por los pasados años. Han sido muchos los sacrificios que he pasado junto a mi esposa (Jackelyn Román). A veces los tropiezos que pasé me pusieron a pensar al punto que pensé dejar el boxeo e irme a buscar un trabajo y olvidarme de todo esto, pero tenía fe de que las cosas iban a cambiar para bien”, relató Vázquez, Jr., quien comenzó estudios en derecho, pero los abandonó para perseguir una carrera en el boxeo rentado.

PH: Tu papá fue campeón mundial, ¿qué le pasó en ese momento cuando derrotaste a Adolfo Landero?

Vázquez: “Mi papá estaba un poco nervioso. En un momento tuve que mandar a callar a la gente en mi esquina debido a que estaban demasiado agitados, pero papi estaba bien emocionado. Días antes de la pelea muchas personas insistían en que no le podía ganar a un boxeador veterano, pero les demostré lo contrario a pesar de que nunca hice una pelea a nivel aficionado y todavía estoy aprendiendo. Demostré que soy un buen estudiante”.

¿Te frustra el que no pelees en Puerto Rico y sí en Florida?

“No, ya que aquí el boxeo es para unos escogidos. Salen dos o tres buenos boxeadores y la gente se olvida de que pueden haber otros que también pueden echar hacia adelante. Todo se traduce a favoritismo. Nos merecemos una oportunidad”.

Por el momento, Vázquez, Jr., se tomará un breve descanso mientras se recupera de una laceración que sufrió en la mano izquierda.

“Con la motivación como la tengo ahora, no me detiene nadie”, aseguró.