Al cumplir hoy 40 años de vida, Félix “Tito” Trinidad está jubiloso, superando los sentimientos que envuelve dejar de ser un treintañero.

Consciente de que mucha gente considera que llegar a los 40 puede ser fuerte emocionalmente, Trinidad lo que hace es sonreír al contar las múltiples bendiciones que ha tenido en sus primeras cuatro décadas de vida.

“Llego a los 40 feliz. En paz conmigo mismo. Y yo mismo orgulloso de lo que he hecho por mi patria y mi familia. Vivo tranquilo con el cariño sincero de mi pueblo. Feliz porque mucha gente me ha hecho saber que me quieren. Soy feliz”, reflexionó ayer el otrora cinco veces campeón mundial e icono del boxeo boricua durante las décadas de 1990 y 2000, durante una conversación con Primera Hora.

Inmiscuido hoy en día en múltiples proyectos personales que lo ocupan y mantienen activo, tales como el trabajo de siembra y cosecha que realiza en diversas fincas que tiene por el país, aparte de cuidar sus gallos, caballos y cumplir con sus responsabilidades como padre y esposo, Trinidad desconocía ayer cómo celebraría sus 40 años.

“Mami me quiere hacer algo. Estoy seguro (de) que Sharon también me tendrá algo. No todos los días se llega a los 40”, comentó Trinidad sonriente.

“El Orgullo de Cupey Alto” abundó que al cumplir le quiere dar las gracias a todo el país por siempre quererlo y sobre todo por siempre demostrárselo.

“A mi isla y mi gente, mi público, los amo siempre. Dondequiera que voy, ya sea en un restaurante o una cancha, la gente me busca y eso me hace sentir muy feliz. Gracias siempre”, destacó Trinidad, quien no deja de contar cómo estos días trabaja en el proceso de abonar sus 400 matas de plátano en una finca de Naranjito.

Y es que Trinidad, quien en su carrera hizo fortuna, no ha dejado que el dinero le dañe la vida con placeres pasajeros y que nada bien le hacen a la vida.

Trinidad recuerda que sus mejores placeres en estos días es ver a sus hijas en el deporte, disfrutar sus animales y hacer las tareas que todo padre y hombre del hogar realiza.

“Yo paso mi trimmer. Yo me enfango en la finca. A mí me gusta trabajar”, dijo Trinidad.

“Y por todo eso me siento muy bien. Tengo más compromisos que cuando era boxeador. Soy esposo, padre y tengo mis negocios y mis cosas. Que estén todos felices conmigo porque estoy bien de salud, superbién emocionalmente y contento como cuando me coroné por primera vez el 10 de marzo del 1990”, puntualizó.