Canastota.- El ambiente en el pabellón aledaño al Museo del Salón de la Fama del Boxeo Internacional se encontraba en relativa tranquilidad en el día de hoy; hasta que llegó Félix "Tito" Trinidad.

De inmediato el público se arremolinó alrededor del excampeón boricua para saludarlo, tomarse fotos con él y llevarse su autógrafo en algún artículo de colección.

Era el momento de ver de cerca un inmortal.

Trinidad fue la gran figura hoy en el inicio de las actividades relacionadas a la exaltación al Salón de la Fama del Boxeo Internacional. 

A eso de las 3:45 p.m. llegó a las facilidades del museo para intercambiar algunas impresiones con los fanáticos que lo esperaban desde temprano.

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“De verdad que es un placer inmenso estar aquí con todos ustedes. Cuando firmé como profesional, no pensaba que estaría aquí en el Salón de la Fama", dijo Trinidad a los presentes, que lo recibieron con un gran aplauso tan pronto asomó su sonrisa por la tarima.

Acompañado de su padre, don Félix Trinidad, su esposa, Sharon Santiago, sus hijas, hermanas y otros miembros de la familia y amigos cercanos, Trinidad conversó sobre su carrera, sus peleas más recordadas y su excelente relación con su papá, manejador y entrenador.

"Tuve peleas bien duras, pero siempre tuve una gran condición y eso se lo debo en parte a mi padre y a mi equipo de trabajo, que siempre me ayudó", recordó. 

Trinidad mencionó que su pelea más memorable fue con Fernando Vargas. "Esa pelea me la recuerdan todos los días", sostuvo.

Al terminar el conversatorio, el boricua firmó autógrafos en una sesión que extendió por cerca de 45 minutos antes de regresar a la tarima para formar parte de los actos inaugurales.

En tarima coincidió con algunos de los excampeones mundiales que también formaron parte de la ceremonia, entre los que se destacaban los boricuas Wilfredo Gómez, Wilfredo Vázquez, Iván Calderón y John John Molina, así como los otros dos exaltados al Salón de la Fama, Oscar de la Hoya y Joe Calzaghe, entre otros.

Las actividades relacionadas al fin de semana del Salón de la Fama continúan mañana con la confección de un molde en yeso con los puños de los boxeadores exaltados y la noche del orgullo puertorriqueño, en el que varias de las luminarias de la isla serán agasajadas.