En el béisbol, una decisión tomada por un árbitro en una jugada de apreciación no sujeta a replay no la cambia nadie.

Solo se puede ordenar un cambio si la decisión del oficial va en contra de las reglas: no cantar el out luego de un tercer strike, por ejemplo.

El sonado caso de la Comisión de Boxeo y la votación de los jueces en el primer asalto de la pelea de “Wonder Boy” López y el mexicano Roberto Castañeda ocupa un punto intermedio entre estas dos posibilidades.

Esto es lo que se sabe a ciencia cierta: el juez César Ramos afirmó –y la grabación de la pelea lo confirma– que el comisionado Toto Peñagarícano, al parecer violando el reglamento que prohíbe intervenir con un oficial en funciones, se le acercó más tarde en la pelea para pedirle que cambiara de 10-7 a 9-7 su votación a favor de Castañeda en el primer asalto.

Ramos se opuso a hacer el cambio, y tuvo razón en no hacerlo: la votación de 10-7 era la correcta, si se aplicaba el reglamento de la Comisión.

Más tarde, Ramos denunció que luego alguien había ‘corregido’ su tarjeta.

Cabe señalar que quien destapó todo esto fue José Sánchez Fournier, de El Nuevo Día, quien, pese a que a veces usa corbata de mariposa, es un reportero boxístico sagaz e incisivo.

¿Qué motivó a Peñagarícano?

Según me dicen, después de votar 10-7 en el primer asalto, el juez Carlos Colón corrió a la mesa de la Comisión para informar que se había equivocado y que por reglamento debía ser 9-7.

Esto porque, además de derribar cuatro veces a López, Castañeda sufrió una caída, por lo que Colón entendía ahora que no podía recibir los 10 puntos obligatorios.

Lo cual no era cierto: la regla dispone que se le den 10 puntos de todos modos al ganador de un asalto, y nueve o menos al perdedor.

Pero fue un error comprensible: no es frecuente que los dos peleadores se tumben en el mismo asalto, y mucho menos que uno caiga más de una vez.

Pero si los dos caen, ambas caídas se cancelan y se le da el asalto con 10 puntos a quien haya dominado y nueve o menos al perdedor.

Toto, el comisionado de más experiencia, se pudo percatar de que los otros dos oficiales también habían votado 10-7 y creyó que había que reparar el supuesto error. No de apreciación, sino de reglamento.

Logró que el juez José Roberto Torres cambiara su tarjeta, pero Ramos se negó. Sin embargo, aun si los tres hubiesen votado 10-7, Castañeda perdía la pelea. ¿Lamentable comedia de errores con acciones indebidas? Seguro que sí. ¿Que hubo un intento de robar una pelea? No lo creo.