Aunque la pelea más esperada en años –Maweather-Pacquiao- fue una decepción de proporciones históricas, el 2015 también trajo consigo un puñado de inolvidables encuentros.

Puerto Rico fue particularmente agraciado en el lustro. No solo varios boricuas estelarizaron emocionantes combates, sino que la Isla también fue sede de uno de los mejores encuentros del año.

Se trató del primer duelo entre Román “Rocky” Martínez y Orlando “Siri” Salido, que se sacaron chispa el 11 de abril en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Argelot.

Peleando como local, Martínez (29-2-3, 17 nocauts) utilizó un buen jab y sólido boxeo en reversa –sorprendente para el peleador vegabajeño– y derribó malamente lastimado en el tercer round al mexicano, camino a una victoria por decisión unánime. De esta manera, Rocky le arrebató la faja mundial 130 de las libras.

Salido (43-13-3, 30 nocauts) se quejó de las continuas intromisiones del árbitro José Hiram Rivera, alegando que el oficial no lo dejó trabajar en el cuerpo a cuerpo.

Tras un controversial empate dividido el 12 de septiembre, el cual la mayoría de la prensa vio ganar al mexicano, el dúo se encamina a completar la trilogía en febrero próximo, posiblemente en Puerto Rico. 

Cotto y Canelo cumplieron

Otro puertorriqueño que protagonizó uno de los mejores combates del año lo fue Miguel Cotto (40-5, 33 nocauts), quien el 21 de noviembre en Las Vegas tuvo su esperado choque con Saúl “Canelo” Álvarez (46-1-1, 32 nocauts).

La afición ya está acostumbrada a que Cotto casi garantiza combates emocionantes. Y su duelo con Canelo no fue la excepción.

Ante un rival más fuerte, más joven y más rápido, Cotto mostró gran tenacidad y maña. Arrancó con buen ritmo y confundió a su rival, aunque pareció faltarle artillería en la segunda mitad del pleito, el cual perdió por decisión unánime.

Canelo-Kirkland también tuvo chispas

Previo a medirse a Cotto, el tapatío Álvarez obtuvo una espectacular victoria sobre el fuerte pegador James Kirkland (32-2, 28 nocauts) el 9 de mayo en Houston, Texas.

Canelo superó momentos difíciles al comienzo cuando Kirland salió en embestida. Tras tres episodios de fuegos artificiales, Kirland yacía en el suelo y Álvarez con sus manos en alto, ganador vía nocaut.


Buen reto para Pedraza

En su primera defensa como campeón júnior ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el cidreño José Pedraza enfrentó un reto superior a lo esperado ante el veterano pegador Edner Cherry. El combate subió a escena el 3 de octubre en Cincinnati, Ohio.

Ante un boxeador incómodo, duradero y noqueador, Pedraza (21-0, 12 nocauts) usó su peculiar boxeo camaleónico: defensivo en ocasiones, agresivo en momentos clave, pelando a lo zurdo y a lo derecho.

Fue así que pudo retener su faja con una victoria por decisión sobre Cherry (34-7-2, 19 nocauts).

Donaire y Juárez encendieron el Clemente

Probablemente la mejor pelea celebrada en la Isla este año no tuvo protagonistas del patio. Se trató del choque entre el ex campeón filipino Nonito Donaire y el mexicano César Juárez el 11 de diciembre en el coliseo Roberto Clemente.

Ante casa llena en la antesala a Verdejo-Dos Santos, Donaire (36-3, 23 nocauts) salió como un bólido intentando arrollar a Juárez (17-4, 13 nocauts), hiriéndolo viciosamente en múltiples ocasiones. Pero el mexicano se mostró duradero y tenaz. Resistió el bombardeo temprano y tuvo varias veces a Donaire lastimado y al borde del nocaut.

En los rounds de campeonato, Donaire resurgió para llevarse el triunfo y el título mundial júnior pluma de la OMB.


“El Bandido” completó una increíble remontada

La única pelea que superó a Donaire-Juárez en términos de acción y emoción lo fue el choque titular entre el mexicano Francisco “El Bandido” Vargas, y el campeón júnior ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB),  el japonés Takashi Miura, antesala al antes mentado duelo Canelo-Cotto.

En un encuentro de un drama y violencia difícil de capturar con palabras, Vargas (23-0-1, 17 nocauts) arrancó con fuerza y lucía encaminado a un rápido triunfo por nocaut. Pero Miura (29-3-2, 22 nocauts) tenía otros planes. Derribó al mexicano en el cuarto y lo tenía a un golpe del mate, cuando llegó el desenlace en el noveno asalto de lo que para muchos fue la mejor pelea del año.