La vida está llena de contradicciones, y el ex boxeador Wilfred Benítez es un ejemplo más de ello.

El mismo deporte que lo llevó a la gloria tan temprano como a los 17 años, cuando se coronó como campeón mundial por primera vez, provocó que hoy, años más tarde, padezca de encefalopatía postraumática crónica debido a los golpes recibidos en su carrera sobre el cuadrilátero.

Con esta enfermedad, Benítez apenas puede hablar o entender lo que le dicen, moverse e incluso ir al baño por sí mismo. Pero parte de su humanidad sigue intacta, pues percibe y demuestra muchas emociones.

Su hermana Yvonne es quien se ha encargado de cuidarlo y ambos están hospedados desde ayer en el hotel Courtyard Marriott, en Isla Verde, mientras los voluntarios de la iniciativa Héroes para Campeones comienzan desde hoy el reto de reconstruirles su hogar en Saint Just, Carolina.

“¿Dónde estamos?”, le pregunta el ex púgil a su hermana cada varios minutos. “En un hotel de Isla Verde, por donde tú corrías antes”, responde Yvonne.

Benítez repite la palabra hotel luego de preguntar varias veces lo que se le dice, y ríe, como celebrando. La escena se repite una y otra vez.

El ex púgil tampoco ha olvidado sus canciones favoritas de salsa, como las de Héctor Lavoe, ni mucho menos cómo bailar.

“Él las canta, y los fines de semana yo pongo salsa y nos ponemos a bailar, aunque hay que aguantarlo por su problema de balance”, contó Yvonne.

¿Cómo se han sentido con la iniciativa de reconstruirles la casa?

“Yo te digo que eso para mí ha sido una sorpresa. Una cosa que uno no espera. Yo pensé que era uno más que aparece por ahí que dice: ‘Voy a dar ayuda’, empieza y no termina”, responde Yvonne sin poder contener las lágrimas.

Sobre todo, Yvonne espera que esta labor continúe para ayudar a otras personas que necesiten ayuda.

“Yo estoy bien agradecida porque él (Wilfred) se lo merece, y les doy gracias a todas las personas que se han unido a la causa. De verdad, no tengo palabras”, añadió, emocionada, la hermana del ex monarca.

¿Cómo ha reaccionado Wilfred con tanta gente en la casa ayudando?

Él se emociona, se siente como que ‘tengo atenciones’. Es como cuando fuimos al velorio de ‘Macho’ Camacho, él pensó que eso era una actividad para él. Por eso se reía.

Pero el ex púgil también siente tristeza cuando ve a alguien llorar o entiende que está frente a un ataúd, llora él también. Una vez se le olvida la tristeza, vuelve a sentirse importante y se emociona, explicó Yvonne.

¿Cuál es la importancia para ustedes de llegar el domingo a una casa nueva?

“No sé cómo va a ser, no me han enseñado ni un croquis... Sé que la van a hacer apropiada para él, por su condición, pero veremos cuando llegue allá”, dijo Yvonne, quien admitió sentir ansiedad y nervios por ver el resultado final del proyecto.

“Jamás en la vida yo me esperaba esto”, añade Yvonne, otra vez llorosa.

“Puerto Rico no es como dicen por ahí, que estamos mal, somos muy humanitarios”, concluyó Yvonne.

“Que todos vivan bien”, dijo Wilfred cuando se le pidió un mensaje para el pueblo de Puerto Rico. “Y que Dios haga un milagro en ti, pa’ que te disfrutes tu casa”, le dice su hermana antes de ponerse de pie y dar algunos pasos de salsa en la habitación del hotel.