Ante miles de fanáticos, Floyd Mayweather Jr. y Conor McGregor consumieron su último turno para las habladurías antes de mirarse desde las esquinas opuestas dentro del ring.

Los gladiadores cumplieron sin problemas con el peso máximo permitido cuando ambos estuvieron por debajo de las 154 libras. McGregor fue el primer en subir a la báscula y marcó 153 libras.

Poco después, Mayweather hizo lo propio y detuvo la romana en 149.5 libras después de señalar en la dirección de su oponente. 

Enseguida, McGregor se acomodó a pocas pulgadas de distancia de Mayweather para comenzar a ladrar insultos. El estadounidense simplemente mantuvo la compostura ante el delirio de la multitud.

“Floyd está inflado, lleno de líquido. Hice el trabajo, soy un profesional, estoy en la mejor condición física”, dijo McGregor, quien adelantó que debe estar cerca de las 170 libras para la hora del combate.