Bernard Hopkins conoce al dedillo los vaivenes políticos, sociales y económicos que sacuden a Puerto Rico, de la misma manera que sigue vivo el recuerdo de cuando lanzó la Monoestrellada al suelo durante la promoción de su pelea contra Félix ‘Tito’ Trinidad, a quien le infligió su primer revés en 2001. También es consciente de la complicada situación financiera de su exrival, estado que lamenta.

El ídolo del boxeo puertorriqueño se encuentra enfrascado en una batalla legal contra el Banco Popular de Puerto Rico en un intento por recuperar parte de la fortuna que amasó durante su carrera como atleta. Se estima que Trinidad generó ingresos cercanos a los $80 millones, pero podría quedar en la ruina debido a que fracasaron unas inversiones que hizo en bonos y fondos. 

Banco Popular demandó al expúgil por una cantidad que ronda los $21 millones. Trinidad, por su parte, contrademandó a la institución por $26 millones, incluyendo $5 millones por daños y perjuicios. 

Hopkins, quien está en Puerto Rico de visita como parte de sus responsabilidades como socio de Golden Boy Promotions para la cartelera de esta noche en el Complejo Ferial de Ponce, conversó con Primera Hora sobre la realidad que aqueja a Trinidad y, a su vez, el futuro del boxeo rentado en la Isla.

¿Cuánto conoce de los problemas económicos Trinidad?

“Todos hemos confiado en personas que con el tiempo cambiaron. ¿Conozco de números? No. ¿Conozco de alegaciones? Sí. ¿Será cierto que algo pasó? Puedo decir que sí. Durante años, fui blanco de críticas. Decían que era un paranoico, que era un lunático, que no confiaba en nadie. Acepto eso con una placa de honor porque la mayoría de las personas que te hacen daños son aquellas que conoces, que estuvieron cerca y se convierten en tu peor enemigo. Los desconocidos normalmente no te roban y, si lo hacen, es lo que se supone que hagan porque no te conocen. Pero cuando uno se hace amigo de conocidos, familiares o socios, la guardia baja poco a poco, año tras año. Uno pregunta sobre el balance de una cuenta o inversión y responden que está bien, pero no se verifica. Eventualmente, ocurre algo que despierta la curiosidad y cuando indaga, se descubre que el balance está en cero. Algo tuvo que haber ocurrido. No confío en nadie, pero estoy dispuesto a hacer negocios. La gente cambia y uno tiene que estar atento a esos cambios”, contestó. 

La historia de Hopkins es una singular. A los 17 años de edad fue sentenciado a prisión por violación y, otros ocho cargos criminales. Durante su estadía en prisión, revivió su fe religiosa y descubrió su pasión por el boxeo. Una vez cumplió con la sentencia, inició una carrera en el boxeo rentado, ganó múltiples cetros mundiales y un caudal de $40 millones, según publicó Forbes en el 2016.

En el caso de Trinidad, entiende que erradas asesorías lo indujo a realizar una serie de transacciones que le han puesto al borde de la quiebra.

¿Cuál es su sentimiento hacia Trinidad por la situación?

“Probablemente no está viviendo como debería y es posible que la situación empeore a medida que la economía siga apretando. Existe un grupo en Puerto Rico que está peleando para que se logre la independencia, pero debido a que el País se encuentra mirando al fondo del barril en términos financieros, no pueden hacer fuerza. Ahora bien, la situación (de Trinidad) no es algo nuevo, pero tampoco me sorprende. Definitivamente no voy a darme golpes en el pecho de que fui el inteligente (de los dos). Otros boxeadores hicieron más dinero porque fui el renegado. Pero, ¿por qué he sido así? Soy muy celoso de quienes están a mi alrededor”.

¿Confía en que Trinidad pueda enderezar sus finanzas?

“Es difícil hacerlo si, por ejemplo, tenía $10 millones pero ahora mismo son $2 millones. Hay que encontrar la manera de hacer dinero. No sé si mediante las demandas pueda recuperar algo del dinero o de las propiedades que presuntamente perdió. De lo único que estoy seguro es que algo sucedió. Que alguien como Trinidad, una figura tan querida en esta isla, no pueda disfrutar las recompensas de su trabajo y de un País que representó cuando entraba a un ring, es decepcionante, no triste. Debe servir de lección para todos. Diría que sería un crimen. Es como convertirse en un esclavo en otra época”.

Ojo al talento boricua

El boxeo puertorriqueño no se encuentra en su mejor momento. Sin embargo, Hopkins está seguro que en el futuro será mejor y está empeñado en formar parte de eso como ejecutivo de Golden Boy Promotions.

“No hay un campeón mundial de Puerto Rico. Eso es algo que no ocurre desde hace mucho tiempo. Puerto Rico tiene una rica historia desde Wilfredo Gómez, Wilfred Benítez y Trinidad. Tener una voz sobre cuáles boxeadores podemos firmar para promover nos ayuda para encontrar ese diamante para pulir”.

Amanda ‘The Real Deal’ Serrano es la única peleadora de sangre puertorriqueña que posee una faja mundial y solamente Miguel Cotto está en posición para sumar una corona cuando enfrente a Yoshihiro Kamegai el 26 de agosto por la faja júnior mediano (154 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). “Sabemos que esas joyas se encuentran en Puerto Rico y queremos que le puedan demostrar al mundo quienes son”, agregó. 

Golden Boy Promotions está entrelazando esfuerzos con Promociones Miguel Cotto y el establo de talento que está bajo ambas compañías. 

“Personalmente es importante y en términos de negocio es importante. Lo que está pasando en Puerto Rico es cíclico. Es cuestión de encontrar al próximo Benítez, Trinidad o tal vez el próximo Hopkins”, concluyó.